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Todo avance tecnológico está impulsado y a la vez relacionado con avances tecnológicos relacionados. En el caso de los drones, como ya explicamos en un artículo anterior, los factores que han hecho posible la aparición de estos vehículos aéreos no tripulados han sido el abaratamiento del hardware de reducido tamaño, impulsado por el auge de la telefonía móvil, y la mejora de las baterías LiPo.
No obstante, las baterías son a día de hoy el factor más limitante en todo lo relacionado a drones, y su influencia se puede ver tanto en los productos para aficionados como en aeronaves destinadas a un uso más profesional.
Veremos dos ejemplos de drones y sus autonomías oficiales, aunque huelga decir que es raro que la autonomía real llegue a ser la que indica el fabricante, ya que la eficiencia de la batería, igual que el consumo de un coche, depende de diversos factores. En este caso, el viento, la humedad, la presión atmosférica o la forma de pilotar el dron son muy determinantes a la hora del vuelo y el esfuerzo que deben realizar los motores y por tanto la batería.
Y por supuesto, en el mundo real nunca querrás llegar a agotar la batería por completo, no sólo por evitar que el dron acabe desplomándose desde varios pisos de altura, sino porque además descargar este tipo de baterías completamente puede dañarlas irreversiblemente.
Un Phantom 2 (2013) con 1,2kg, tiene una autonomía de 20 minutos.
Un Phantom 4 Pro (2016), con un peso similar, tiene una autonomía aproximada de 30 minutos.
Aunque 3 años pueden no parecer mucho, sí que lo es en el mundo dron si tenemos en cuenta que hasta hace 3 años no había una ley en España que regulara el uso de éstos, ya que simplemente hasta entonces no había supuesto un problema.
A pesar de que ha habido una evolución, hemos de tener en cuenta que los 30 minutos (realmente menos de 30 minutos útiles) son una traba a la hora de filmar. En ningún trabajo audiovisual profesional podremos ir con una sola batería.
No obstante, la tecnología nos permite contar con cámaras ligerísimas capaces de grabar con calidades excelentes, que ayudan a paliar los problemas que hay en la actualidad con las baterías. Es por ello que el sector audiovisual está tan avanzado respecto a otros, como el del reparto.
Se lleva tiempo hablando de cómo Amazon y otras empresas están haciendo pruebas para hacer envíos con drones, y aunque la versatilidad de los drones puede ayudar bastante, la limitación actual que suponen las baterías limita directamente el peso y la distancia a la que se puede llegar con ellos, por lo que con la tecnología actual es prácticamente inviable que veamos a corto plazo drones surcando los cielos llevando paquetes a nuestras casas.
Por si fuera poco, las baterías utilizadas por los cuadricópteros son del tipo LiPo, o polímero de litio. Aunque son baterías características de drones multirrotor, también pueden verse en otros aparatos de radiocontrol y teléfonos móviles. Su gran ventaja es que soportan niveles de descarga muy bruscos, perfectas para momentos en los que las hélices requieren un brusco aumento de potencia. Su mayor desventaja es que son delicadas, requieren de procesos específicos de carga y son susceptibles de arder. Y aunque son relativamente ligeras comparadas con otras baterías, el peso de la batería sigue suponiendo un porcentaje importante del peso total del dron.
Batería LiPo de 10000 mAh
Como vemos, la evolución de estos aparatos y por lo tanto de su uso está absolutamente condicionada por el progreso de las baterías. Existe un importante trabajo de investigación en el campo de las baterías y como es lógico han existido varias promesas incumplidas en cuanto a los avances tecnológicos a este respecto, porque es una tecnología que se ha convertido en el cuello de botella para otro tipo de tecnologías, pero se continúa intentando de forma muy activa.
Por mencionar un ejemplo esperanzador diremos que Toyota lleva tiempo investigando la forma de sustituir en baterías los electrolitos de Litio por otros más estables de magnesio.
Parece que nos va a tocar esperar a ver cómo las tecnologías LiPo mejoran poco a poco a la par que los drones mejoran su eficiencia energética, al menos hasta que alguna otra tecnología venga a remplazar a nuestras queridas LiPo.
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