5/5 - (1 voto)
U-Space promete una solución a largo plazo para volar drones de forma segura para el tráfico aéreo convencional
El 4 y el 5 de Julio Madrid acogió en el IFEMA el Expodrónica 2018, siendo esta la primera vez que vemos este evento en la capital. En el pabellón 5 del recinto ferial pudimos ver numerosos stands de empresas proveedoras de servicios con drones, especialmente de servicios de topografía y termografía, fabricantes como DJI y otros más pequeños, y proveedores para empresas y pilotos, como corredurías de seguros, asociaciones de pilotos…
Además, estos stands estaban acompañados de un Campfire donde se pudo debatir con algunas de las personalidades más importantes del mundo de los drones en España, y de charlas en el escenario principal.
De todo el evento, querríamos destacar la intervención de Enaire, Everis y Unifly sobre su plan para el desarrollo de la industria de los drones en un futuro: U-Space.
¿Qué es U-Space?
A estas alturas todos estamos más o menos familiarizados con las dificultades que entraña hacer trabajos con drones en según qué espacios por motivos de seguridad. Desde 2014 se reguló la actividad de forma que volar drones en espacio aéreo controlado fuera ilegal, y en diciembre de 2017 se abrió la mano a este tipo de trabajos, si eran precedidos de exhaustivos estudios de seguridad y de la aprobación de la AESA. Aunque la nueva legislación parecía ser prometedora, las cosas poco han cambiado.
Con más de 3000 operadores habilitados en España pidiendo permisos, el volumen de trabajo que recae sobre la AESA y sobre los controladores aéreos para dar estos permisos es prácticamente inasumible, produciendo el cuello de botella que deriva en la situación actual.
Es por eso que se está trabajando en la iniciativa U-Space con la intención de que volar con drones en este tipo de espacios no solo sea posible, sino que sea una actividad gestionada de forma plenamente autónoma, adaptando los procedimientos y mecanismos de seguridad aérea que hoy conocemos para garantizar el trabajo y la seguridad para todos.
Suena utópico, pero a la vez posible. Imaginemos un escenario en el que un piloto de RPAS necesita volar en CTR. Hasta ahora de forma teórica hay que elaborar un plan de vuelo y un estudio de seguridad que tiene que ser aprobado por la AESA y por el controlador aéreo correspondiente con la suficiente antelación. Una vez allí, antes de despegar y durante toda la operación, el piloto del dron tiene que estar en contacto con el controlador. Aunque es un sistema lógico, conlleva mucho trabajo para todos: desde la operadora de drones, que tiene que triplicar el trabajo previo a un vuelo, hasta el controlador, que tiene que monitorizar un vuelo más por cada dron que vaya a volar en su zona, aumentando la complejidad de un trabajo ya de por sí delicado; pasando obviamente por toda la gestión de permisos que la AESA ahora mismo no está siendo capaz de asumir.
Con la propuesta de U-Space, a través de una aplicación se podría registrar cuándo y dónde se tiene intención de volar. El dron una vez en el aire transmite a un servidor su posición, altura, velocidad y trayectoria. El servidor identifica un posible peligro ya que en ese momento una aeronave tripulada va a pasar cerca del dron. Entonces el servidor vuela el dron a una altura y/o posición en la que no puede interferir de ningún modo con la otra aeronave, que al llevar personas obviamente tiene preferencia. Una vez ha pasado el peligro, el piloto del dron retoma el control y sigue con la operación.
Se trata por tanto de contar con un sistema central que pueda recibir la información de la aviación tripulada, tanto como de vuelos en curso como de zonas vetadas al vuelo de drones, y que al mismo tiempo pueda recibir toda la información de los drones que se estén volando en ese momento, para tomar decisiones y ejecutarlas de forma altamente automatizada.
¿Qué es necesario para implementar U-Space?
Para empezar, para que U-Space fuera efectivo se requeriría que todos los drones estuvieran equipados con la tecnología necesaria para transmitir estos datos clave. Podemos especular sobre qué tipo de tecnología sería necesaria para esto, pero uno de los fundamentos de U-Space es que sea económico para los usuarios, tanto profesionales como aficionados, y ese a día de hoy es uno de los mayores escollos que tendrán que superar.
Por otra parte, conlleva una inversión por parte de las autoridades de la Unión Europea en tecnologías y formación para implementar estas posibilidades.
U-Space se desarrollará paulatinamente
Al ser algo tan complejo, se ha planteado la estrategia de ir implementando U-Space en cuatro fases. La primera consiste en proveer a los operadores de drones de un sistema electrónico unificado de registro de vuelos e información geográfica para habilitar tareas de geofencing sobre determinadas zonas. Teniendo en cuenta que el geofencing (o vallado virtual) es una tecnología ya conocida, fiable y fácilmente implementable, y que los responsables de seguridad aérea en los últimos tiempos están poniendo de su parte por hacer fácilmente accesible cierta información referente a la geografía de los distintos espacios aéreos, se prevé que este escenario, el U1, esté disponible ya en 2019. El resto de pasos se irían dando con el objetivo de ir ampliando poco a poco las competencias de este servicio hasta hacer posible el escenario descrito con anterioridad, en una fase que han denominado U4, a partir de 2035.
Por una parte nos alegramos de que haya voluntad para integrar, normalizar y facilitar vuelos con drones de forma comunitaria, y nos gusta que la solución no pase por prohibir, ya que la industria de los drones, si bien debe desarrollarse garantizando por encima de todo la seguridad, tiene un potencial tremendo para dar puestos de trabajo y mejorar vidas en ámbitos increíblemente dispares. Por otra, los plazos que se plantean son un jarro de agua fría: los drones han evolucionado tecnológicamente de una forma que nos habría parecido ciencia ficción hace sólo cinco años, y pueden pasar muchísimas cosas hasta 2035 que hagan que U-Space se quede corto o que ni siquiera se llegue a implantar. Es genial plantear soluciones a largo plazo, pero los operadores de drones a día de hoy necesitamos medidas de urgencia para poder volar con libertad y seguridad y ser competitivos contra el mercado de servicios ilegales que han surgido como fruto indeseado de las leyes de 2014 y 2017
Además, lo último que debemos hacer es relajarnos y cruzarnos de brazos pensando que los problemas a los que nos enfrentamos los pilotos de drones se resuelvan solos. El objetivo es la seguridad, pero el motivo es la nueva era de cambios que se avecina. Estos cambios vienen de la mano de tecnologías y nuevos pilotos que queremos luchar por nuestro espacio en el cielo. No se pueden poner puertas al campo, y no se pueden poner techos al cielo, por lo que es trabajo de todos hacer de éste un espacio libre y seguro.
Comentários