Vistas aéreas de la provincia de Toledo

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En esta entrada iremos publicando vídeos aéreos de la provincia de Toledo.

Volamos nuestro dron en este pueblo abandonado de Toledo

Recientemente estuvimos realizando grabaciones aéreas en el pueblo abandonado de Oreja, en Toledo. Como podemos ver en el vídeo, el pueblo está completamente en ruinas. El acceso en coche hasta el pueblo es relativamente complicado (damos fe de ello), por un camino de tierra que sube por la ladera de la montaña, pero desde la parte de debajo de la senda se puede subir caminando durante unos 20 minutos, y al llegar arriba se nos descubren unas espectaculares vistas.

La historia del pueblo abandonado de Oreja

La historia de este pueblo se remonta hasta la época prerromana. Los romanos erigieron una ciudad sobre este asentamiento a la que pusieron como nombre Aureliae. Siglos después, los musulmanes construyeron un castillo a unos 300 metros del pueblo para la defensa del reino de Toledo. Su localización permitía controlar la orilla sur del vado del río Tajo. El pueblo terminó por quedar completamente deshabitado en 1959 a causa de la dificultad de los caminos para acceder al pueblo, unido al envejecimiento de la población y la imposibilidad de canalizar una fuente de agua cercana hasta la población, por lo que no tenían agua corriente. Actualmente pertenece al Ayuntamiento de Ontígola.

El 15 de Agosto de cada año los antiguos vecinos y sus descendientes se siguen reuniendo para celebrar el día festivo del pueblo, tratando de que no se pierda la memoria de un lugar tan extraordinario y, a su vez, desgraciadamente, tan poco conocido.

Resulta sobrecogedor ver el pueblo tanto desde el aire como paseando por sus calles, imaginándolo lleno de vida, con sus habitantes y costumbres, frente al conmovedor silencio que hay ahora en las viviendas, tan solo interrumpido por los sonidos de la naturaleza. Ha sido un verdadero placer realizar grabaciones aéreas del pueblo abandonado de Oreja.

Grabamos el Castillo de Almonacid, en Almonacid de Toledo

Seguimos con castillos: en esta ocasión nos desplazamos hasta el municipio de Almonacid de Toledo, en la provincia de Toledo, para filmar otra de las joyas arquitectónicas de nuestro país.

Aprovechamos esta ocasión para volar nuestros drones: el Inspire 2, nuestro Phantom 4 y para probar nuestro nuevo Mavic Pro Platinum. Para este vídeo utilizaremos exclusivamente imágenes del Inspire, pero próximamente podréis ver una comparativa entre los tres.

Este castillo nos pareció muy especial: su origen resulta incierto y no existen datos fiables de cuándo se construyó, ya que su primer registro se remonta al año 840, cuando ya se encontraba en funcionamiento en la época musulmana. Mil años más tarde, en 1809, el castillo fue usado para defender el territorio español, siendo testigo de la derrota española por parte de las tropas francesas de Napoleón.

Podríamos decir que en todo ese periodo de tiempo el castillo permaneció impasible en lo alto de su colina ante la evolución de la historia, haciéndonos reflexionar sobre la volatilidad de ésta, lo flexibles que han sido las fronteras y los gobiernos a lo largo de los años y lo breve que es la vida humana para presenciar todo esto. Algo que damos por inamovible y grabado en piedra como es la geografía política y la identidad de un país ha sufrido numerosos cambios a lo largo de la historia: cambios que han quedado tan atrás que hoy por hoy nos resultan inconcebibles.

No obstante un castillo olvidado en medio del campo del interior peninsular nos muestra que la escala de tiempo en la que vivimos se reduce a un suspiro cuando nos remontamos tanto en el tiempo, y toda la cantidad de cambios que han sucedido en el pasado nos hacen plantearnos qué cambios le quedarán por vivir, y si estaremos nosotros para presenciarlos también.

Hasta entonces, la vida sigue, y el Castillo también.

Como curiosidad: si te ha gustado el vídeo, y también el castillo, has de saber que en la actualidad es propiedad del Ayuntamiento de Almonacid de Toledo, y que está en venta, así que puede ser tuyo ser adquirido por un módico precio… Con la única condición de que te comprometas a restaurarlo.