La compañía californiana de impresión 3D y tecnología espacial “Made In Space” se encarga de las innovaciones de este planeta, como la primera impresora 3D comercial de la Estación Espacial Internacional, el robot de impresión 3D multibrazo Archinaut y la fabricación de los primeros objetos impresos 3D ampliados en un ambiente espacial.
Impresión 3D y asteroides convertidos en naves espaciales
La compañía trabaja en angosta cooperación con la NASA, y hace un par de años recibió fondos de la agencia para su ambicioso plan de “transformar asteroides en naves espaciales autónomas”, lo que podría asistir a la NASA a terminar su objetivo en un largo plazo de edificar colonias humanas en el espacio.
Ahora, la NASA solo puede traer pequeños pedazos de roca espacial. El Proyecto RAMA (Reconstitución de Asteroides en Robots Mecánicos) espera establecer la aptitud del término de utilizar computadoras y mecanismos analógicos, así como la impresión 3D para transformar asteroides en enormes naves espaciales mecánicas, que podrían transportar grandes cantidades de material crudo de asteroides.
Este podría ser el ímpetu para la minería fuera de la Tierra que va a ser precisa si la humanidad desea subsistir y mejorar entre las estrellas.
Una herramienta colonizadora muy útil
Los asteroides poseen recursos valiosos, como agua y metales del conjunto del platino, y más o menos, cien toneladas de material de asteroides y cometas golpean la atmósfera de la Tierra día tras día. Como una parte del plan para transformar estas formaciones rocosas masivas en naves espaciales en funcionamiento, Made In Space planea mandar al espacio una nave semillera robótica avanzada para reunirse con múltiples asteroides próximos a la Tierra.
Esta embarcación cosecharía material de roca espacial y lo transformaría en materia prima, que puede imprimirse en 3D para edificar sistemas de almacenaje de energía, navegación, propulsión y otros sistemas esenciales in situ.
Cuando el asteroide transformado esté ya listo, puede ser programado para volar autónomamente a una estación minera. De acuerdo con los representantes de Made In Space, este enfoque es considerablemente más eficaz que tener que lanzar nuevas sondas de atrapa a las rocas espaciales.
Aunque hoy en día no tenemos la capacidad o la tecnología para imprimir en 3D algo así como una computadora de guía digital con materiales encontrados en un asteroide, Made In Space se dio cuenta de que uno no tiene que depender de la electrónica digital si en su sitio se halla disponible un sinnúmero de materia prima, sin limitaciones de masa o volumen.
“Al final del día, lo que queremos es que el asteroide sea tecnología que exista a lo largo de un buen tiempo”, afirmó el cofundador y director técnico de Made In Space, Jason Dunn. “El interrogante es,’¿Podemos convertir un asteroide en esa tecnología en algún instante en el futuro?’ Creemos que la respuesta es sí”.
Hace un par de años, el programa Innovative Advanced Concepts (NIAC) de la NASA, que promueve el desarrollo de tecnologías de exploración espacial, dio a Made In Space una subvención de 100.000 dólares americanos para la fase 1 de nueve meses de estudios de viabilidad iniciales.
Proyecto RAMA
Estas naves de asteroides seguramente no se van a parecer mucho a las naves espaciales tradicionales, con sus circuitos electrónicos y motores de cohetes, sino usarán computadoras analógicas y un sistema de propulsión tipo catapulta que lanzará material de asteroides de manera controlada.
Utilizando conductores de masa para disparar pedazos de sí mismo en una dirección, un asteroide podría potencialmente acelerarse en la dirección opuesta. Al tiempo que este método es solo un diez por cien más eficiente que un motor de cohete químico, el propulsor está libre.
La impresión 3D podría emplearse para fabricar algunas de las piezas de las naves espaciales de asteroides, como giroscopios de volante de inercia para guiar y estabilizar, tanques para almacenar materiales volátiles y concentradores solares para generar energía mecánica mediante la liberación de presión para abrir los tanques.
Al paso que el Proyecto RAMA todavía está avanzando, Dunn reconoce que su finalización aún está lejos en el futuro… y que eventualmente, podría aun tener aplicaciones en la Tierra.
Dunn explicó, “La anticipación es que la arquitectura de RAMA es una larga línea de tiempo, y cuando se vuelve capaz es casi al mismo tiempo que la gente verdaderamente precisa los recursos.
“Se podría edificar infraestructura en lugares recónditos de forma autónoma, y convertir los recursos en dispositivos útiles y máquinas mecánicas. Esto podría resolver ciertos inconvenientes bastante grandes en la Tierra, desde la residencia hasta la construcción de cosas que mejoren la vida de las personas”.
“Una de las grandes preguntas es, ¿cómo tomar las máquinas más complicadas de nuestros días y hacer que se repliquen así mismas?
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