Que Italia es el país de las máscaras y los disfraces por la tradición del carnaval veneciano es algo que no nos resulta una novedad. De igual forma las tendencias de la moda más actual siempre nos llega del mismo país mediterráneo y de la capital europea del estilo, la ciudad de Milán. Pero en esta ocasión, la influencia carnavalesca se ha metido en la moda y ambas se han unido en la semana de la moda de Milán.
Un colectivo de artistas que presentaban sus colecciones han unido diseño, arte y tecnología construyendo máscaras que cubriera las modelos. Para su confección han utilizado el Microsoft Kinect y la impresión 3D creando algunos ejemplos de máscaras verdaderamente ingeniosos y originales, aunque también algo aterradoras.
Casi como si se tratasen de una película de terror, la idea era representar las caras de las modelos en el momento en el que se produce una mutación de la piel del rostro, y el resultado fue todo un éxito.
Para la fabricación de las máscaras fue utilizado materiales Winform a base de poliamida reforzado con fibra de vidrio que aportaba flexibilidad al producto y durabilidad y resistencia en el momento de su uso.
El proyecto fue desarrollado utilizando un sensor de reconocimiento facial Kinect que reconocía y digitalizaba el rostro de aquello modelos que iban a participar en tal original iniciativa, para luego aplicar las opciones de un software de diseño con el que modificaban algunas características y adaptaban el objeto a imprimir a las fisionomía de cada modelo. Una vez conseguido el diseño deseado, las máscaras fueron imprimidas utilizando para ello impresoras 3D SLS.
Este proyecto es una muestra más de la capacidad de personalización que genera el uso de impresoras 3D en la fabricación de determinados productos, adaptándolos no sólo al gusto de cada usuario sino en este caso a la tipología del rostro de quienes iban a utilizar las máscaras. Forma, estructura, color, tamaño o ergonomía se convierten en elementos claves y propios de los objetos cuando en su fabricación intervienen impresoras 3D.
Con esto, este colectivo de diseñadores consiguieron su propósito, el de era explorar y explicar la frontera existente entre el mundo virtual y el físico. Aunque para la mayoría de los mortales que leamos esta noticia y veamos las fotografías, quede en una simple anécdota que aporte originalidad y diversión a su puesta en escena. Seguro que por lo menos en este desfile, ahorraron en maquilladores.
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