Investigadores alemanes han desarrollado una nueva gelatina bio-tinta que puede ser utilizada por la tecnología de impresión 3D para producir tejidos artificiales que pueden ser implantados en seres humanos.
Los encargados de llevar a cabo este estudio han sido los investigadores del Instituto Fraunhofer de Ingeniería interfacial y biotecnología (IGB) de Stuttgart, en Alemania. Según ellos, este proyecto consiste en el desarrollo de bio-tintas mediante la tecnología de impresión 3D, bio tintas que son creadas a partir de componentes de la matriz de tejido natural y células vivas de seres humanos.
La sustancia que se extraes es una gelatina biológica ya que ésta se deriva del colágeno y éste es el principal constituyente del tejido de los seres humanos.
Los investigadores que están llevando a cabo este estudio, han modificado químicamente el comportamiento del proceso de creación de la gelatina para adaptar las moléculas biológicas para la impresión. De esta forma se consigue que las bio-tintas permanezcan en estado líquido durante la impresión y una vez que a las bio-tintas se le aplica luz UV, éstas se entrecruzan y forman hidrogeles.
Estos polímeros contienen gran cantidad de agua pero son estables en entornos acuosos y se mantienen intactos a la temperatura media del cuerpo humano, en torno a 37º.
Borchers, miembro del equipo que estudia este proyecto, asegura que este paso es muy importante para la impresión de tejidos u órganos enteros en el futuro. “Sólo una vez que tengamos éxito en la producción de tejidos que pueden ser alimentados a través de un sistema de vasos sanguíneos, la impresión 3D de estructuras más grandes se hará factible”.
Las impresoras 3D que se utilizan en este proyecto de Stuttgart, o casi bio-impresoras podríamos llamarlas, tienen mucho en común con las impresoras 3D convencionales de las que estamos acostumbrados a hablar o ver. Tanto los depósitos de tinta como los chorros son iguales, aunque las diferencias se encuentran cuando se analiza cercanamente y con detenimiento ya que tanto el número de chorros como los tanques de tinta son más pequeños que en el caso de las impresoras 3D de oficinas.
Sin duda esta noticia supone un paso más en el estudio de nuevas fórmulas para los pacientes que necesiten trasplantes y demuestra que poco a poco, mientras la ciencia y la tecnología avanzan surgen nuevas aplicaciones y esperanza para mejorar la calidad de vida de la humanidad.
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