Hasta el momento casi todo cuanto conocemos sobre la impresión 3D y las investigaciones y aplicaciones que se están llevando a cabo de estas máquinas en los sectores tales como la ingeniería, medicina, alimentación… nos suele llegar de EEUU, pero el gigante asiático, China, aún está por pronunciarse.
El gobierno chino ha anunciado recientemente que destinará la cantidad de 40 millones de yenes, unos 5 millones de € para la investigación en impresoras 3D y las aplicaciones que éstas pueden tener en sectores de producción.
Visto el desarrollo y la repercusión que la fabricación aditiva está tomando a nivel global y estando el país asiático entre los principales productores del mundo que lo sitúan en la lucha por arrebatar cuota de mercado a EEUU, el gobierno no quiere que su país pueda quedarse obsoleto y ha decidido hacer una importante inversión en innovación que irá destinada al desarrollo e implantación de esta tecnología revolucionaria.
Según el programa del gobierno, esta investigación se centrará en varios bloques de actuación. El primero, las aplicaciones que las impresoras 3D tienen sobre piezas grandes aeroespaciales, en segundo lugar, el desarrollo de impresoras capaces de asumir tales funciones.
Entre sus prioridades también están el desarrollo de equipos capaces de imprimir piezas complejas y grandes moldes, así como el estudio de la aplicación de altas temperaturas en los procesos de fusión de materiales en el diseño de piezas de alta complejidad.
Y como los chinos son fuertes en la creación de aparatos electrónicos y electrodomésticos, anuncian que una de sus principales investigaciones estará centrada en el diseño y producción de aparatos con una alta personalización de los mismos.
Los sectores de producción chinos de estas tecnologías se han mostrado expectante acerca de la gran posibilidad que se les brinda si consiguen estrechar la relación existente entre el bajo valor añadido de una fabricación que requiere un alto contenido de mano de obra especializada y la alta tecnología. Incluir la impresión 3D dentro de los sistemas de producción y fabricación de estos objetos puede abaratar costes y tiempo en la producción que mantendrían al país oriental en la cabeza del mercado.
Con esto China espera aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología de impresión 3D para alcanzar una importante ventaja competitiva en la producción y fabricación con lo que buscan situarse en el referente del mercado mundial. Que tiemblen los mercados de medio mundo si finalmente China despierta a la impresión 3D.
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