Hace unos días la consultora Credit Suisse lanzaba un análisis en el que a parte de buenas y esperanzadoras previsiones futuras, indicaba 4 sectores en los que la impresión 3D se había convertido en pieza angular del desarrollo de productos.
Hoy, otra consultora, CSC ha lanzado un completo informe en el que explica y da a conocer el nombre de cinco industrias que ya están notando los efectos de la aplicación de la tecnología de impresión 3D en sus procesos.
Automóvil, defensa, industria aeroespacial, medicina y construcción son esos cincos mercados que para bien o para mal ya están inmersos en la ola de la impresión 3D y ya sienten sus efectos.
De todos ellos, el sector del automóvil fue el más rápido en adaptarse a esta novedosa tecnología. Para este sector, la impresión 3D ha supuesto una revolución en los procesos de producción de piezas concretas necesarias para la puesta en marcha y avance del parque móvil actual. Dentro de este sector hay quienes ya se atreven incluso a probar la impresión 3D completa de un coche. Para la compañía Urbee es un reto ser capaces de imprimir el coche más verde de la tierra y para este proyecto, la compañía ya cuenta con el apoyo y el patrocinio de Stratsys.
Defensa es otro sector donde la impresión 3D ha aportado y aporta un gran potencial de producción y que según CSC permite la reducción de costes de fabricación en un 60%. Aquí, la empresa EOIR Technologies trabaja para producir en masa el brazo de pistola con cámara que utilizan los carros de combate y tanques M1 Abrams. En esta línea las fuerzas aéreas americanas también comienzan a desarrollar sistemas de lanzamiento que son impresos en 3D pero que aún suponen un alto coste a la hora de producirlos.
Ni que decir tiene el efecto que la impresión 3D ha provocado en la medicina y concretamente en la producción de prótesis impresas en 3D e implantadas en seres humanos. Hasta el momento hemos conocido que orejas, manos, cara, cadera y mucho más ha sido impreso en 3D para su posterior utilización por una persona pero en la actualidad sabemos que ya se investiga para ser acercarnos a la impresión órganos.
La industria aerospacial también se muestra pro activa a la utilización de impresoras 3D en la fabricación de aeronaves o piezas para los aviones. Así Boeing utiliza impresoras 3D para crear más de 300 piezas que son necesarias a la hora de confeccionar un avión. Hasta hace poco tiempo los conductos de control ambiental de los aviones eran ensamblados a partir de algo así como 20 piezas, sin embargo en la actualidad las impresoras 3D permiten producir esos conductos en una sola pieza. Esto reduce los costes de inventario y los de combustible ya que hace que el aparato sea más ligero que antes.
Por último se sabe que las empresas productoras de suministros para la construcción también se valen desde hace tiempo de las ventajas que aporta la impresión 3D.
Las impresoras 3D industriales están permitiendo todo estas ventajas a las compañías productoras, sin embargo y gracias a las impresoras 3D domésticas, millones de hogares en todo el mundo podrán beneficiarse en poco tiempo de estos adelantos, algunos lo están haciendo ya.
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