Hasta ahora podríamos definir la Impresión 3D como la forma de hacer realidad un objeto virtual. Sobre esto trabajan otras tecnologías, como la Realidad Aumentada, aunque la diferencia de ésta con la impresión 3D es que ésta última convierte mediante un proceso de producción física.
La Realidad Aumentada consiste en una combinación de elementos virtuales para crear una realidad sobre un aparato tecnológico que te permita obtener una visión de cómo sería esa realidad virtual si la convirtiéramos en física. Es decir, nos permite saber cómo sería un entorno, cómo nos quedaría un vestido o unas gafas antes de comprarlos, a raíz de combinar elementos que le damos previamente.
Este campo, como el de la impresión 3D se encuentra aún en desarrollo, aunque el uso cada vez mayor de smartphone, tablets... han facilitado la evolución de esta tecnología.
Hace unos días conocíamos el proyecto llevado a cabo por el artista holandés Sander Veenhof y el diseñador Joris van Tubergen. Su estudio consiste en fusionar las aplicaciones de la Realidad Aumentada y la Impresión 3D y combinar las posibilidades de ambas.
El proceso de utilización de la tecnología de Realidad Aumentada es sencillo y sus posibilidades podrían ser de gran aplicación en la Impresión 3D. Para crear realidades de esta forma, basta con bajar la aplicación específica para el dispositivo que utilicemos y a partir de ahí descargarnos de cada tienda online el objeto que queramos probarnos.
Por esto, no es de extrañar que las opciones de la Realidad Aumentada aplicadas a la Impresión 3D sean infinitas y positivas. El proyecto parte de la combinación de la ya existente impresora 3D Ultimaker y la tecnología de Realidad Aumentada, dando como resultado el concepto conocido como UltimARker.
Gracias a UltimArker, los usuarios de impresoras 3D pueden obtener una vista previa en tiempo real de sus diseños en 3D, tal y como serán creados por sus impresoras 3d. El proceso se lleva a cabo mediante el uso de una plantilla de diseño y además facilita información como por ejemplo el tiempo que tardará en completarse.
Aunque de momento es una idea inicial cuyo desarrollo debe mejorarse, la combinación de estas dos tecnologías puede ayudar a que los usuarios se hagan una idea de lo que van a obtener una vez que ponga en marcha su impresora 3D y quizá aplicar modificaciones al diseño en pleno proceso de desarrollo del mismo.
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