La Fabricación Aditiva se encuentra también en el proceso de evolución y desarrollo que viene marcando el impacto de la revolución que las impresoras 3D están provocando en el mundo de la fabricación en general.
La Fabricación Aditiva, Additive Manufacturing, consiste en la sucesiva superposición de materiales generalmente en forma de polvo hasta conseguir el aspecto del objeto deseado; y por las posibilidades que ofrece en cuanto a la reproducción de cualquier objeto que se pueda imaginar sin utilización de herramientas y la personalización de objetos, está considerada una revolución en la fabricación de productos.
Actualmente, y antes de que la fabricación de los objetos comience, las piezas comunes se producen en serie para crear el prototipo de producto, que suele hacerse en procesos de moldeo con inyección llevados a cabo por impresoras 3D. Pero como éstas añaden más oportunidades de material, el software de diseño ha aportado tantas posibilidades y la impresión 3D se lleva a cabo cada vez de forma más rápida, en poco tiempo la producción de los objetos utilizando impresoras 3D dejará de estar reservado para los productos prototipo y será un método generalizado por las opciones que ofrece a la fabricación.
El devenir de esta revolución que supone la producción a través de impresoras 3D debe llevar en poco tiempo a que cualquier objeto sea producido por obra de este nuevo equipo en pleno desarrollo y a partir de un archivo almacenado o generado en un ordenador.
Esto se puede ver ya en algunos sectores con sus productos, sobretodo cuando hablamos de piezas especializadas de la industria aeroespacial o del sector de la medicina de investigación, sin embargo y hasta que la producción de todos o casi todos los objetos de nuestro entorno, que van desde el ordenador a la impresora 3D para que esta los reproduzca, en poco tiempo se lleve a cabo por este método nos queda algún camino que recorrer.
Son muchos los que opinan que estamos ante un adelanto que puede marcar la historia de los métodos de producción y fabricación de cualquier objeto, para empresas o particulares, aunque aún este campo en desarrollo debe aumentar las capacidades y posibilidades que una impresora 3D debe ofrecer al usuario para que se convierta ésta en un objeto común de las generaciones del futuro, lo que sí coinciden la mayoría es que podemos estar a las puertas de vivir la tercera Revolución Industrial.
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