El futuro de la impresión 3D puede pasar porque las patentes que normalizan la tecnología de Sinterización Selectiva por Láser expiren en los próximos meses y liberen dicha tecnología. Así lo ha dicho Duan Scott, diseñador e investigador especializado en impresión 3D de la compañía Shapeways.
Según Scott, la existencia de estas patentes están frenando el desarrollo de la impresión 3D al elevar el coste de las impresoras 3D que trabajan con este sistema de producción. Hasta ahora la Sinterización Selectiva por Láser (SLS) puede producir objetos con una alta resolución y gran calidad en sus acabados, pero el coste al que se producen éstos es excesivamente elevado para plantear una producción personalizada en masa.
Además del coste de producción de los productos, está el coste de la máquina en sí. Adquirir una impresora 3D que funcione por Sinterización Selectiva por Láser supone la inversión de varias decenas de miles de dólares, algo que sólo está al alcance de grandes compañías industriales. De esta forma, la mayoría de diseñadores, artistas o empresarios no pueden hacer frente al pago de esas cantidades de dinero, por lo que la producción queda limitada a empresarios con capacidad económica y los precios finales de los productos se disparan.
Según opina el diseñador Duan Scott, estas cifras tan elevadas se deben a la protección que ejercen las patentes sobre esta tecnología, sin embargo esta situación puede revertir en el momento en el que el sistema de patentes actual libere a la tecnología de Sinterización Selectiva por Láser, algo que al parecer y según explica Duan Scott puede producirse durante los primeros meses del año 2014. Con la eliminación de las patentes se suprimirían las barreras a la propiedad intelectual, aumentaría la competencia y los precios descenderían.
De esta forma y se cumpliese lo que adelanta Scott, lo que es de esperar es que los precios de máquinas de Sinterización Selectiva por Láser cayeran considerablemente y por extensión, los de las impresoras 3D que utilizan este sistema, algo que podría repercutir muy significativamente en la incorporación de éstas a los procesos productivos.
La opinión de Scott sobre el futuro que puede deparar a las impresoras 3D una vez que liberen el sistema de patentes, viene bajo el precedente que supuso la evolución de las impresoras 3D que trabajan con Modelado por Deposición Fundida (FDM). Una vez que su patente expiró, las impresoras de este tipo crecieron notablemente y su precio se redujo considerablemente.
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