La compañía de consultoría americana Business Advantage Group, junto con el IT, anunció hace pocos días el estudio sobre el uso actual que se está llevando a cabo de la tecnología de impresión 3D, concluyendo que de momento sólo una media del 14% de los usuarios de CAD encuestados utilizan esta tecnología y que en los próximos 5 años el crecimiento que se experimente dentro de este sector les lleve hasta el 32%.
El estudio ha sido realizado a una muestra poblacional elegida en cada zona del mundo, por lo que además este análisis permite conocer las zonas del mundo donde la tecnología de impresión 3D está teniendo una mayor implantación.
A juzgar según los datos obtenidos de este análisis, la parte del mundo donde se experimenta un mayor consumo de la impresión 3D entre los usuarios de archivos CAD es en América, con un 26 % de la población. Por su parte, la región EMEA, correspondiendo con el continente europeo, el este de Asia y África presentan un porcentaje del 12%, mientras que el valor menor se encuentra en la zona de Asia-Pacífico con un 11%.
Dentro del mismo análisis se ha llevado a cabo un estudio del tipo de empresas donde la impresión 3D ya se encuentra presente, destacando el informe que el mayor uso de ésta se encuentran en empresas de grandes dimensiones, con un porcentaje sobre el total del 28%. En el caso de compañías de tamaño mediano, el 16 % de éstas cuentan entre sus plantas de producción con máquinas de impresión 3D y sólo un 6% de las empresas más pequeñas demandan este tipo de máquinas para su actividad.
No obstante, no hay que perder de vista que este estudio ha sido hecho seleccionando sólo aquella población usuaria de la tecnología CAD, mientras que la impresión 3D tiene otras muchas aplicaciones al margen de ella, por lo que su situación actual en el mercado y sus previsiones de futuro se esperan bastante mayores.
El estudio también muestra que los principales beneficios que los usuarios de CAD encuentran en esta tecnología son mejoras en el diseño, ahorros de tiempo en el diseño, ahorro de costes de fabricación y acortamiento en los tiempos de respuesta al mercado. Por este motivo, la mayoría de los encuestados opinan que tanto diseñadores como productores tienen mucho que ganar a la larga aplicando una tecnología como la impresión 3D.
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