El gobierno del Reino Unido ha impreso armas en 3D para tratar de entender qué clase de amenaza suponen para la sociedad
Esta tarea recayó en los investigadores de la oficina principal del Centro de Ciencia Aplicada y Tecnología (CAST), que asesora al gobierno en cuestiones científicas relacionadas con la prevención del delito.
Un grupo de jóvenes estadounidenses, lanzaron el pasado año los archivos imprimibles en 3D de unos modelos de pistolas de plástico llamadas “Liberator”. Después de numerosas descargas en el Reino Unido, el Ministerio de Interior emitió nuevas directrices sobre la concesión de licencias de armas de fuego en noviembre, prohibiendo explícitamente la fabricación, compra, venta y posesión de pistolas impresas en 3D sin la autoridad del Ministerio del Interior, en virtud de la Ley de Armas de Fuego de 1968. El documento establece que las armas impresas en 3D son potencialmente letales y deben ser consideradas como tales ante la ley. El método de fabricación no es importante para esta consideración.
El Servicio Nacional de Inteligencia Balística (NBIS), que realiza análisis forenses sobre las armas de fuego en el Reino Unido, ha impreso en 3D armas de fuego partiendo del diseño de Liberator, compartido en la red. Al igual que EEUU ha hecho para descubrir quien porta oculto bajo la ropa alcohol, tabaco, armas de fuego o explosivos; NBIS también ha desarrollado un escáner basado en ondas de radio que pueden identificar la forma de un arma de fuego, ya sea de plástico o metal.
Aún no hay evidencia de que se haya cometido algún crimen en el Reino Unido con armas de fuego impresas en 3D. El año pasado, la policía afirmó haber descubierto componentes de una pistola impresa en 3D durante una redada en Manchester, sin embargo, más tarde, se supo que se trataba de piezas de repuesto para una impresora 3D.
Aunque las pistolas impresas en 3D no hayan supuesto ningún peligro hasta ahora, es conveniente que el gobierno las mantenga bajo control. Lo que sí es cierto, es que, concretamente, este curioso objeto despierta más interés de lo normal entre muchos usuarios. Según Peter Squires, criminólogo de la Universidad de Brighton, Reino Unido, hubieron más de 100.000 descargas de la pistola impresa en 3D Liberator.
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