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El MIT desarrolla una técnica que permitirá imprimir robots funcionales



Esta nueva técnica permitirá la impresión 3D simultánea de sólidos y líquidos, un gran paso en la robótica, ya que permitirá la impresión directa de mecanismos hidráulicos.

¿Te imaginas utilizar una impresora 3D estándar para imprimir un robot?. Ese es precisamente el escenario que se está acercando gracias a una nueva técnica de impresión 3D que está desarrollando el MIT.

El tema es el siguiente: hasta ahora, los líquidos han supuesto una barrera para la impresión 3D, que se ha centrado en ampliar el catálogo de materiales con los que imprimir, pero siempre sólidos o como mucho, viscosos. Así, empezamos imprimiendo con plástico o solidificando resina, para pasar a toda una gama de materiales, con mayor o menor éxito.

Sin embargo los líquidos han sido durante mucho tiempo un reto para la impresión en 3D, y esa limitación no es pequeña, ya que los líquidos son un componente esencial de la robótica, al estar presente en los dispositivos hidráulicos que usan la gran mayoría de dispositivos robóticos en movimiento. Hasta ahora, los enfoques que han pretendido la impresión 3D y posterior adición de líquido siempre han requerido algún paso posterior, lo que hacía inviable usar la fabricación en linea mediante impresión 3D.

Pues bien, ahora que ya sabemos por qué es tan importante incorporar los líquidos al catálogo de materiales imprimibles, es mas fácil comprender por qué esta noticia se ha presentado con tanto bombo: el pasado miércoles, los investigadores en Ciencias de la Computación del MIT y el Laboratorio de Inteligencia Artificial (CSAIL) anunciaron la primera técnica de impresión 3D para robótica, capaz de imprimir materiales sólidos y líquidos al mismo tiempo. Según informa el MIT, esto permitirá imprimir robots dinámicos en un único paso, usando una impresora 3D de las que ya existen, que admitan la inyección de tinta.

Es decir, no solo es revolucionaria la técnica, sino el hecho de que no precise una impresora 3D distinta para poder utilizarla.

Según explican los desarrolladores, “Nuestro enfoque es un paso hacia la rápida fabricación de máquinas funcionales”, dijo el director CSAIL Daniela Rus, que supervisó el proyecto y co-escribió un artículo que describe los resultados.

“Lo único que tendrá que hacer después de la impresión será insertar el motor y la batería, y tendrás un robot que prácticamente puede salir él solo de la impresora”.

El documento será presentado el próximo mes en la Conferencia Internacional de Robótica y Automatización (ICRA) en Suecia.

¿Cómo funciona?

La técnica consiste en la deposición de gotas individuales de material de 20 a 30 micras de diámetro – menos de la mitad de la anchura de un cabello humano.

La impresora (con tecnología de inyección, eso sí) deposita diferentes materiales por capa, y luego utiliza luz ultravioleta de alta intensidad para solidificar los elementos no líquidos.

“La impresión de inyección de tinta nos permite tener ocho cabezales de impresión de diferentes materiales adyacentes entre sí, todos al mismo tiempo”,

dijo Robert MacCurdy, coautor del proyecto, que también destacó que esta técnica permite un control muy preciso de la colocación del material, que es lo que nos permite imprimir los canales de fluidos complejos.

Para demostrar el concepto, los investigadores imprimieron un robot de seis patas que usa 12 bombas hidráulicas incrustadas dentro de su cuerpo. Su peso es de alrededor de 680 gramos y mide menos de 15 centímetros. Un solo motor hace girar un cigüeñal que bombea fluido a las piernas del robot. Aparte de su motor y fuente de alimentación, cada componente se imprime en un solo paso, sin la necesidad de ensamblaje.

Lo mejor es que le dediquéis un minuto a ver el video, en el que se ve como imprimen no solo este robot, sino toda una variedad de dispositivos: bombas hidraulicas, pequeños motores, etc.


Con ciertas modificaciones, las impresoras 3D existentes que disponen de tecnología de inyección de tinta podrían utilizar esta técnica. Según MacCurdy. “En el futuro, la fabricación de robot podría no necesitar ninguna intervención humana en absoluto; sólo tendremos que pulsar un par de botones”.

Esto de los robots auto-replicantes nos recuerda algunas películas de ciencia ficción, y no precisamente positivas. Entiendo que los investigadores se permitan ciertas licencias cuando nos explican la aplicación de sus desarrollos, y entiendo también que hace falta un titular para llamar la atención del público, conseguir fondos, etc. Pero aún así, y tras separar el grano de la paja, hay que reconocer que la técnica promete depararnos muchas sorpresas.

Como siempre, habrá que estar atentos de lo que esta linea de trabajo nos pueda deparar.

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