El senador americano Charles Schumer se ha pronunciado esta mañana sobre el asunto que tiene en alerta a la opinión pública americana y que somete a debate las leyes que permiten la libertad de armas en Estados Unidos.
Lo hace después de que la semana pasada se hiciera pública la primera pistola fabricada íntegramente con una impresora 3D que ha llevado a cabo el estudiante de derecho de la Universidad de Texas y creador del grupo “Defense Dristributed”, Cody Wilson, y lo hace también después de que sepamos que durante los próximos días la intención de éste es colgar en internet para su descarga pública, todos los archivos necesarios para imprimir en 3D el citado arma.
Como hemos conocido estos días, la pistola imprimida en 3D es de pequeñas dimensiones, confeccionada con 16 piezas de plástico a excepción de un clavo utilizado como percutor para disparar la bala y una pieza de metal necesaria para cumplir con la normativa de armas indetectables.
El senador americano Schumer ha dicho en rueda de prensa que este arma está preparado para disparar balas de cualquier calibre regular y que puede aceptar en su composición silenciadores y otros accesorios por lo que indica la necesidad de revisar la ley que regula la fabricación de armas para impedir que la impresión 3D de armas de forma particular sea legal.
Para Schumer la sociedad se expone con esto a los peligros que pueden presentar cualquier terrorista, ciudadano mentalmente enfermo, cónyuges que abusan de su pareja o simplemente delincuentes que teniendo la libertad legal y los medios para fabricar un arma, utilicen esta tecnología con una intención negativa.
El congresista estadounidense Steve Israel, dijo la semana pasada en un comunicado que todo cuanto se avanza en seguridad empezando por los controles, la verificación de antecedentes y la normativa sobre armas no servirían de mucho si los delincuentes pueden imprimir en 3D sus propias armas en casa y hacerlas inapreciables por los detectores de metales.
Por su parte Schumer se une a la opinión del congresista y quiere apoyar la legislación para que producir armas de forma particular con impresoras 3D sea ilegal, a la vez que la publicación del procedimiento en revistas u otros medios.
El senador americano no quiere que sus declaraciones sean inducidas a error y ha reconocido y valorado las ventajas que la tecnología de impresión 3D puede aportar a la producción y a la evolución del ser humano en distintos campos. Schumer se ha mostrado favorable también al desarrollo que está experimentando la industria y a la posibilidad de que una impresora 3D esté al alcance de los ciudadanos y ha dejado claro que su preocupación se centra en ese grupo de usuarios que enfocan estos adelantos hacia crear el miedo y la inseguridad.
Estas declaraciones nos recuerdan también a las que hace unas cuantas semanas lo hizo el ministro de aduanas de Nueva Zelanda cuando alertaba de los peligros que la impresión 3D mal enfocada podían causar a la sociedad.
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