Un grupo de investigadores de Harvard lleva a cabo, mediante impresión 3D , una reproducción de la piel de tiburón para estudiar cómo funciona exactamente.
Hasta el momento, se sabía que la piel de tiburón podía albergar grandes beneficios, sin embargo, se desconocían muchos de ellos. Hoy, gracias la impresión 3D , se han podido investigar más a fondo cuáles son las particularidades de la piel de los reyes del mar.
Se conocía que la piel de tiburón es una especie de lija, pues está formada por una especie de dentículos microscópicos sobre una suave capa de piel que permiten al animal nadar tan rápido. La explicación que teníamos hasta hora, deducía que los dentículos son capaces de reducir la fricción con el agua por su forma aerodinámica. No obstante, esto es tan sólo una hipótesis. Para entender realmente este tema habría que trabajar con dinámica de fluidos investigando con un tiburón real y “cambiarle la piel”, lo que se descarta, ya no sólo por complejidad, sino por ética. Por ello, según informa el Journal of Experimental Biology, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard han conseguido fabricar una piel de tiburón artificial gracias a la impresión 3D .
Para ello, se obtuvo una muestra real de la piel de tiburón que se estudió mediante alta resolución, analizando cada uno de sus dentículos. A continuación, se diseñó una reproducción exacta, posteriormente materializada mediante impresión 3D . La impresora 3D imprimiría sobre un sustrato flexible superponiendo los dentículos encima. Tras un año de pruebas con diferentes materiales, protocolos de impresión 3D , tamaños y espaciamientos entre los dentículos, los investigadores llegaron a una serie de conclusiones.
Si el flujo de agua era lento, la resistencia al nadar se reducía en hasta un 8,7 %. Si las corrientes eran rápidas, la resistencia aumentaba a un 15 % respecto a una piel lisa. Sin embargo, cuando los tiburones nadan frente a flujos rápidos de agua lo hacen retorciendo su piel, por lo que se probó a experimentó lo mismo con la piel artificial. El resultado fue que, en flujos rápidos, al retorcer la piel, se logra un aumento de velocidad de hasta un 6,6 % y una reducción de gasto energético de un 5,9 %.
Por tanto, gracias a la impresión 3D , se podrán abrir nuevos pasos en la investigación de robótica hidrodinámica de cuerpo blando y se podrán conseguir notables mejoras en los trajes de neopreno u otras prendas para natación y deportes acuáticos.
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