Hasta ahora, la forma más exacta de conocer cómo se desarrolla un feto en el interior de un útero materno es con ecografías en 3D. Una representación que poco a poco nos permite seguir mejor la evolución del futuro hijo pero que en los últimos tiempos y dados los adelantos de la ingeniería casi que nos muestras cómo será el rostro del bebé en algunas semanas.
Las ecografías son ya auténticas fotografías del feto con forma casi totalmente humana y unido a esto la tecnología de impresión 3D también tiene algo que aportar. Una impresora 3D y material de impresión es lo que hace falta para que desde el ordenador donde se encuentra el archivo se envíe la orden de impresión y en cuestión de tiempo un futuro papá pueda tener impreso en 3D el rostro de su bebé.
Puede resultar sorprendente pero ya hace algunos meses nos hacíamos eco de esto con una iniciativa que estaba llevando a cabo el profesor Jorge Roberto Lopes dos Santos, investigador del Instituto Nacional de Tecnología de Brasil. Según el profesor Lopes dos Santos, con la impresión 3D de fetos, la medicina se acercaba un poco más al diagnóstico de enfermedades y síndromes en los no natos en situaciones en las que de lo contrario hasta ahora habían sido inapreciables.
Parece que el invento ha dado buen resultado y durante este mes, la clínica Fasotec Hiroo Ladies con sede en Tokio ha comenzado a ofrecer los mismos servicios de impresión 3D de fetos aún en el útero.
El modelo impreso en 3D se crea utilizando una tecnología especial, llamada BioTexture, que procesa datos de imagen a datos para 3D. A partir de ese momento, el archivo toma forma con una impresora 3D.
Este sistema de impresión de fetos llevado a cabo por la clínica Fasotec imprime mediante un servicio médico llamado Modelamiento Bio-textura que consiste en captar imágenes de huesos y órganos de partes de un paciente y obtener datos que se procesan y se imprimen en 3D.
A parte de la finalidad preventiva, la impresión 3D de fetos también responde a una curiosidad de los padres por saber cómo será su hijo o el interés de algunos otros por guardar un recuerdo de dicha espera.
Un modelo impreso en 3D de este tipo ronda en torno a los 500 dólares y los expertos aseguran que es más duradero que una fotografía.
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