Los libros de arte como de pintura o fotografía, en muchas ocasiones, son reproducciones exactas en las que podemos apreciar todos sus matices. Pero cuando hablamos de la escultura y el relieve, se pierden todos los detalles que el autor plasmó en su obra.
Tom Burtonwood, un artista estadounidense, se ha especializado en los últimos años en la impresión 3D. Ha encontrado en esta técnica lo que las dos dimensiones no nos ofrecen. Para Tom Burtonwood, la impresión 3D acorta las distancias entre la idea y el producto.
El año pasado, en 2013, presentó una idea que podría revolucionar el concepto de publicaciones de arte que tenemos en la actualidad. Orihon es un libro en forma de acordeón con seis relieves impresos en 3D que fueron escaneados de piezas originales. Podemos encontrar un torso de un emperador del Imperio Romano o un cabeza olmeca, obras procedentes de colecciones de museos estadounidenses.
Ohiron fue el primer paso para entender que la tecnología de las impresoras 3D podía llevar el arte mediante el tacto. Además, fue un experimento que sirvió para dar paso a Folium, un libro mucho más depurado y sólo con reproducciones de bajos relieves del Instituto de Arte de Chicago.
Burtonwood creó Folium entre enero y agosto de 2014. En esta pieza se puede encontrar una selección de trabajos que abarcan 2.000 años de historia. La impresión 3D ha podido acercar esta pieza a los invidentes, ya que la lista de obras y la introducción está también reproducida en braille mediante impresión 3D.
Comments