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Foodini, impresora 3D de comida, es ya una realidad de España


Como si de un nuevo robot de cocina se tratase, la compañía española Natural Machine ha lanzado al mercado la impresora 3D de comida Foodini.

Aquello que el pasado mes de octubre anunciábamos en nuestra web como un proyecto futuro de preparación de platos de comida o alimentos elaborados, es hoy ya una realidad.

Natural Machine venía estudiando en los últimos meses esta nueva impresora 3D de comida que abriría la posibilidad a los usuarios domésticos de generar su propia comida. Alimentos como dulces, chocolate, hamburguesas o pasta son algunas de las pruebas que ya se han llevado a cabo con la impresora 3D Foodini.

La compañía tiene una joven trayectoria. Fue creada hace año y medio por cuatro fundadores y actualmente tiene su sede en el parque comercial Glories de Barcelona. Lo que hace meses era un proyecto, el pasado mes de octubre sabíamos que estaba esperando financiación que la compañía estaba buscando a través de empresas de capital riesgo.

Foodini, según sus creadores, no es una máquina que busque automatizar la cocina, sino que nace con la intención de animar a la población a comer condimentos sanos, elaborados y de fabricación casera, pudiendo ser creados con alimentos frescos y evitando a los usuarios la obligación de tener que recurrir al almacenamiento de conservas o congelados.

Foodini imprime mediante la comprensión de materiales líquidos a diferentes temperaturas sobre una cama de impresión, pero al margen de esto, lo que realmente llama la atención de esta nueva impresora 3D de comida es su capacidad para mezclar materiales. Hasta 6 condimentos distintos es capaz de mezclar este aparato para obtener como resultado final algún rico producto final tal como albóndigas, hamburguesas, bizcochos o pan, entre otros.

Foodini también es ideal para la elaboración de postres o embutidos como queso, así como una amplia variedad de pasta, rellena o no, y cuenta con una placa que aporta calor para que la comida se mantenga caliente si así lo necesita el usuario de esta impresora 3D de comida.

Uno de los fundadores de Foodini, Lynette Kucsma asegura que quería lanzar al mercado algo diferente a lo que hasta ahora existía en las cocinas domésticas, a pesar de eso incide en no confundir Foodini con la cocina real, puesto que esta impresora 3D de comida se crea para ayudar a elaborar productos frescos que sustituyan a otros existentes en conserva pero que en cualquier caso han de ser cocinados posteriormente. En caso de querer utilizarla como una herramienta de elaboración de un plato listo para comer, Kucsma, aconseja su utilización para cocinar postres o bizcochos, pero termina diciendo que es útil para muchos tipos diferentes de comida.

Hoy conocemos ya también el precio de Foodini. Por un total de 1.000 € cualquier usuario podrá experimentar la sensación de comer sano y fresco aunque para ello, habrá que esperar hasta mediados del próximo año que los primeros ejemplares estén listos para su envío.

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