El pasado 30 de abril, la firma de joyas imprimidas en 3D, Hot Pop Factory, hizo pública sus nuevas colecciones de complementos para esta temporada en cuya fabricación han intervenido exclusivamente impresoras 3D.
Confeccionadas en madera, ninguna pieza es como la anterior y de cada ejemplar existe sólo una unidad por lo que quien lo lleve deberá saber que porta un complemento totalmente exclusivo, uno de los puntos fuertes que esta casa utiliza entre sus características.
Hot Pop Factory pone así a disposición de sus clientes dos colecciones, una de ellas compuesta por una amplia gama de collares confeccionados en madera y otra fabricada en Nylon donde priman los grabados.
Esta firma de joyería fue creada en otoño del pasado año de la mano de los arquitectos Bi-Ying Miao y Matt Compeau. Movidos por su pasión por el diseño, esta joven pareja lleva su actividad desde su propia casa de Toronto y en poco tiempo su reconocimiento ha dado la vuelta al mundo.
La colección de collares fabricados en madera impresa se llama Boreal y su fabricación se ha llevado a cabo mediante el uso de filamentos compuestos a base de madera LAYWOO-D3. Este es un tipo de filamento de impresión en 3D compuesto en un 40% por madera reciclada y el resto por polímeros inofensivos. La durabilidad del material es similar a la PLA y puede ser imprimido a temperaturas de entre 175º y 250º, de ahí que estos jóvenes arquitectos diseñadores consigan impregnar cada ejemplar de sus diseños con un leve olor a madera quemada que se desprende en cada momento que estas joyas son tocadas o utilizadas por los usuarios y que les otorga un toque de distinción.
Según confiesan sus creadores, cada pieza es diseñada utilizando las mismas herramientas de diseño informático con las que se podría diseñar un interior o un edificio y una vez obtenida la forma, su fabricación se lleva a cabo mediante impresoras 3D del tipo RepRap, MarkerBot o similares.
Tardan alrededor de 40 minutos en imprimirla y cada collar presenta una ligera curva y estrías que se consiguen mediante la inducción de calor. Estos elementos, la curva o las estrías, son distintivos de cada pieza únicos y al igual que las huellas dactilares en el ser humano, los convierten en propios de cada joya, de ahí que no existan dos ejemplares idénticos.
Desde 30€ podemos encontrar una pieza de diseño exclusivo, fabricada con impresoras 3D. De ahí en adelante, todo cuanto estemos dispuestos a gastar tiene cabida en Hot Pop Factory.
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