“i-Am 3D”, sí sí, yo soy 3D es el nombre que recibe un prototipo de impresora 3D especialmente diseñada para trabajar con metales como material de impresión y que está siendo presentada en Indiegogo.
Su modo de trabajo es en su mayoría como cualquier ejemplar de impresión 3D, sin embargo al profundizar un poco en los detalles, se aprecian rápidamente las diferencias.
La mayoría de las impresoras 3D que conocemos, a la hora de imprimir en 3D, utilizan filamentos de plástico o material en polvo. Sin embargo “i-Am 3D”, a diferencia de la mayoría, utiliza como material tinta en estado líquido que se deposita en un cabezal de impresión que funcional mediante inyección. Para endurecer la tinta, el dispositivo “i-Am 3D” cuenta con la acción de un láser que actúa sobre el material en estado líquido en un proceso de sinterización.
Es en este punto donde el equipo de diseño y desarrollo de “i-Am 3D” buscan ayuda en Indiegogo. Para continuar con la fabricación de la impresora 3D y para que ésta funcione como es de esperar, es necesario adquirir y desarrollar el cabezal de impresión correcto y la unidad electrónica adecuada. Será entonces cuando comiencen las pruebas de densidad, resistencia y durabilidad para hacer realidad y materializar este proyecto que por el momento se presenta en Indiegogo a la espera de conseguir la financiación necesaria.
La impresora 3D “i-Am 3D” está diseñada para que tenga unas dimensiones aproximadas de 600 x 400 x 480 mm. En cuestiones de materiales, se ha probado con una variedad de procesos y de ideas hasta decantarse finalmente por tres metales preciosos oro, paladio y platino, en primer lugar y titanio, aluminio y sus aleaciones más adelante.
La razón por la cual los materiales se emplean en estado líquido y no en polvo es porque en éste último se necesita mayor cantidad de material para la fabricación de una misma parte. Aunque es cierto que los polvos metálicos son reciclables, el precio de éste y la cantidad que se desperdicia hace que sea más rentable su utilización en líquido.
Ese es uno de los aspectos que su creador George Kriel destaca de “i-Am 3D”. Mientras que las demás impresoras 3D de metal requiere gran cantidad de material extra para el proceso de impresión 3D, esta impresora necesita solamente un 2% adicional.
Los creadores de “i-Am 3D” prometen a todo aquel que les ayude a hacer realidad su proyecto, poner imágenes personalizadas de quienes les apoyen en las propias impresoras 3D como forma de agradecimiento. El proyecto necesita un total de 22.000 dólares para llevarse a cabo y desde hace algunos días se puede apostar por él.
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