Impacto de la impresión 3D en la fabricación global según el Business Insider
La fabricación en EE.UU. nunca volverá a ser lo que era. El empleo del sector se ha reducido casi un 50% desde su punto más álgido, en 1979. Sin embargo, la impresión 3D tiene el potencial de crear nuevos puestos de trabajo de alta tecnología en Estados Unidos.
El sector de la fabricación seguirá cambiando notablemente durante los próximos años gracias a las tecnologías de la fabricación aditiva. Esta adaptación a la tecnología nos permitirá ver como los trabajadores de “cuello azul” aprenden la tecnología y se adaptan para ser trabajadores de “camisas blancas”.
La impresión 3D permite asumir trabajos de mayor envergadura y que requieren más complejidad. Además, como ya sabemos, su punto fuerte es el ahorro tanto económico como, de tiempo.
Las posibilidades de los nuevos materiales se expanden, los precios de las impresoras industriales descienden y las velocidades de impresión cada vez son más sorprendentes. Por todo ello, tanto grandes empresas como empresas de menor tamaño están haciendo de las impresoras 3D su grandes aliadas.
La impresión 3D ya está transformando los requisitos de trabajo en los grandes conglomerados industriales. General Electric Aviation, por ejemplo, está desarrollando boquillas de combustible mediante fabricación aditiva para utilizar en su motor LEAP para aviones comerciales. Es decir, ya no se utiliza la impresión 3D solo para hacer prototipados, sino para la impresión de componentes a escala.
El crecimiento de la manufacturación mediante impresión 3D puede terminar ejerciendo un gran cambio de los mercados globales.
Brian Krassenstein, fundador de 3DPrint.com, dice que: “a medida que aumentan los costes de fabricación en China y caen en EE.UU., puestos de trabajo en grandes fábricas como las de Foxconn podrían comenzar a desaparecer.”
“De hecho, ya hemos visto este principio con Apple y Google”, escribe. “Sin duda, muchos de estos puestos de trabajo se ajustan mejor a las máquinas, pero alguien tiene que mantener esas máquinas, gestionar las cadenas de suministro y supervisar la producción”.
La búsqueda por parte de las grandes empresas de mano de obra eficiente y económica ha dado lugar en muchos casos a la deslocalización. Ahora que podrán tener la efectividad en sus propias instalaciones, actuarán con mayor decisión.
“La impresión 3D parece dispuesta a lograr un reequilibrio del comercio mundial, y restar protagonismo a los suministros de mano de obra barata de países como China”, escribió Ben Schreckinger en el National’s Journa recientemente.
La “angel investor” Esther Dyson también ha escrito que los vendedores ambulantes de muebles y otros enseres domésticos, podrían empezar a desaparecer, sustituidos por las personas que venden los muebles en el mismo lugar de fabricación.
“Con el tiempo, estas fábricas mediante impresión 3D reemplazarán a miles de tiendas con millones de artículos que llevan meses a la espera de ser comprados”, dice ella. “Van a imprimir mercancías utilizando diseños de los servicios en línea de código abierto. Los productos de marca no parecerán muy distintos salvo a excepción del logo”.
El impacto que la impresión 3D podría tener en la fabricación ya ha sido reconocido por el presidente Obama, quien puso en marcha el Instituto Nacional de Innovación en fabricación aditiva.
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Fuente: BusinessInsider.com
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