Las impresoras 3D en las aulas mejoran la capacidad de resolver problemas y estimulan la creatividad de los estudiantes.
Como hemos podido conocer a través del informe NMC Horizon 2015, las impresoras 3D se implementarán en centros de estudios superiores en un plazo de 4 o 5 años. Aunque las impresoras 3D aún no están disponibles en muchos centros, los beneficios que aportan son muy significativos en países como EEUU, que ya están usando esta tecnología en colegios y universidades.
La Comunidad de Madrid, ha sido pionera en España al anunciar que concederá a 300 Institutos de Educación Secundaria una impresora 3D.
Algunos de los beneficios más destacables de implantar impresoras 3D en las aulas son los siguientes:
Estimulación de la creatividad y mejora de capacidad de resolución de problemas: Las impresoras 3D materializan las ideas en objetos, por lo que si surgen problemas, los alumnos deben solventarlos por ellos mismos.
Aumentan la participación: El aprendizaje se vuelve más participativo y entretenido con las impresoras 3D.
Es de interés para los alumnos: Es interesante para los alumnos aprender a través de la práctica y ver los resultados reales de sus diseños.
La labor del profesor se facilita: A través de las impresoras 3D se pueden explicar conceptos que suelen ser difíciles en algunas materias como matemáticas, ingeniería, etc.
Impulsa colaboraciones entre distintas materias y departamentos.
No se ha de olvidar que para estas nuevas formas de enseñanza y aprendizaje, se necesitan nuevos espacios que permitan implementar la tecnología 3D en las aulas en los que los alumnos puedan realizar sus pequeños proyectos: los Makerspaces. También es necesario que los profesores se formen adecuadamente para el uso de las impresoras 3D y todo lo que conlleva esta nueva tecnología para sacar el máximo beneficio de ellas.
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