La tecnología de impresión 3D crece día tras día, pero sin embargo no todo es un camino de rosas y a medida que esto avanza, nos damos cuenta de la cantidad de aspectos que quedan por mejorar a la vez que van surgiendo complicaciones nuevas que solventar.
Una investigación reciente indica que las impresoras 3D en su actividad continua y diaria de producción de objetos, genera cierta cantidad de partículas ultrafinas que podrían ser potencialmente peligrosas para la salud humana.
La producción de estas partículas se debe al proceso de extrusión de los materiales termoplásticos que se utilizan en la fabricación de prototipos, y en la deposición que de estos hacen algunos ejemplares de impresoras 3D de escritorio. Al parecer la emisión de aerosoles por parte de estos ejemplares de impresión 3D serían significativas, tanto como lo son las que se producen en entornos industriales.
Una investigación llevada a cabo y publicada por la revista ScienceDirect indica que la emisión de partículas ultrafinas (UPF) emitidas por una impresora 3D de escritorio en funcionamiento es elevada, y la concentración en un mismo espacio de oficinas comerciales de varios ejemplares en funcionamiento hacen que su concentración alcance cifras bastantes grandes.
Los investigadores encargados de este estudio estiman que la tasa de emisión de partículas UPF de una impresora 3D que utiliza como material el filamento PLA es similar a la que produce una sartén eléctrica en cocción. Por su parte, la emisión de partículas de una impresora 3D que utiliza en su proceso de funcionamiento filamento ABS está a la altura de la que produce el asado de alimentos sobre estufas de gas o eléctricas de baja potencia.
Este estudio ha sido llevado a cabo por el Departamento de Ingeniería Civil, Aarquitectura y Medio Ambiente del Instituto tecnológico de Illinois, en Chicago. De momento estos indicadores no advierten de que el uso de impresoras 3D sea potencialmente letal pero sí es cierto que los científicos que han llevado a cabo este estudio y que han trabajado sobre el tema aconsejan que estos dispositivos se utilicen en áreas bien ventiladas, ya que los creados hasta el momento no cuentan con un buen sistema de ventilación ni filtración.
Aunque aún se desconoce la composición química de las partículas, sí se puede adelantar que el riesgo potencial para la salud humana está presente ya que la inhalación continua de ellas, podría facilitar su instalación en los pulmones y vías respiratorias. De ahí que se haga tanto hincapié en que las impresoras 3D sean utilizadas en lugares bien ventilados hasta que este aspecto sea mejorado. Seguro que con la rapidez con la que está avanzando esta tecnología, en pocos meses quedará en una anécdota del comienzo.
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