Muchas impresoras 3D para principiantes han sido criticadas por tener demasiadas limitaciones y por lo tanto son menos útiles, pero un equipo de expertos en robótica de la Universidad nacional de Singapur ha demostrado de lo que son capaces de hacer con estas impresoras.
Los investigadores son parte del departamento de Ingeniera Biomédica y usaron un hardware convencional para crear una “Soft Robot Factory” e imprimir en 3D una serie de actuadores neumáticos a un coste muy reducido para poder usarlos en el cuidado de la salud.
Este proyecto, un gran logro ya que el desarrollo de robots conlleva una gran cantidad de dinero y tiempo, especialmente por que dependen de una geometría interior compleja para poder generar determinadas respuestas bajo presión.
Esto asegura que, cuando se presuriza con aire, los actuadores consigan un agarre solido en el objeto. El coste de tiempo también es importante en este caso, ya que el proceso de producción se reduce gracias a la impresión 3D.
Actualmente, estos robores están aumentando su popularidad ya que tienen numerosas habilidades y capacidades, niveles de sensibilidad y opciones de movimientos que otros sistemas robóticos no pueden conseguir. El equipo de Singapur ha conseguido un gran grado de libertad y están produciendo a un coste reducido debido a la impresión 3D y los filamentos disponibles en el mercado.
El equipo ha sido liderado por el Doctor Raye Yeow, profesor del departamento de Ingeniera Biomédica junto con dos miembros más: Hong-Kai Yap y Hui-Yong Ng.
El Doctor Yeow ha estudiado las propiedades de los distintos filamentos, el comportamiento del actuador y el rendimiento en términos de durabilidad, fuerza e inclinación. Sacandole el máximo partido a las impresoras 3D convencionales de tecnología FDM y el software CAD para poder crear la geometría interior necesaria, han sido capaces de desarrollar actuadores realmente útiles.
Como los investigadores explicaron, han probado de manera extensa sus impresoras 3D para conseguir que su robot pueda tener una gran habilidad de agarre de hasta cinco kilos.
” Para demostrar la habilidad de los actuadores para conseguir estos complejos movimientos, como por ejemplo movimientos bidirecionales curvos, hemos desarrollado un exoesqueleto para la mano y muñeca que es capaz de ayudar a la flexión de la mano y ha realizar los movimientos de la muñeca, toda este proyecto de robótica e impresión 3D es el primero en el campo de la bioingeniería” asegura el equipo
Los investigadores están buscando actualmente una aplicación para su proyecto, especialmente como pinzas clínicas o brazos mecánicos.
Ya hemos vistos varios actuadores hechos gracias a la fabricación aditiva, pero sta es la primera vez que se usa una impresora 3D domestica de bajo coste con tecnología FDM con resultados a nivel profesional, el siguiente paso para este proyecto es introducirlos en la comunidad 3D y quien sabe, quizás dentro de unos años podamos imprimir nuestros propios robores en casa.
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