Ford lleva más de una década fabricando mediante impresión 3D. Visitemos su laboratorio.
Aunque parezca una tecnología emergente, el inicio de la impresión 3D se remonta a 1976, cuando se creó la primera impresora de inyección de tinta. Desde entonces, el sector de la impresión 3D ha evolucionado notablemente y son ya muchas las empresas que han incorporado estas máquinas en sus procesos de producción. Un ejemplo de ello es Ford, la gran multinacional estadounidense fabricante de automóviles. Concretamente, Ford, lleva más de una década beneficiándose de la impresión 3D para satisfacer diferentes necesidades de producción. Los resultados han sido más que satisfactorios, tanto por el ahorro de tiempo como ahorro económico. De hecho, hace 10 años, las impresoras 3D de Ford imprimían alrededor de 4.000 prototipos para sus automóviles, sin embargo, hoy en día, se imprimen más de 20.000 piezas anuales. Esto demuestra que la impresión 3D está logrando gran protagonismo cada vez que diseñan una nueva pieza para un coche.
Antes de que llegara la impresión 3D, para crear un prototipo, los fabricantes tenían que enviar los diseños a un taller mecánico, donde trabajaban en la pieza durante semanas. Una vez acabada, esta se sometía numerosas veces a modificaciones, lo que alargaba aún más el plazo. Ahora, la necesidad de un prototipado rápido y la posibilidad de tenerlo disponible en pocas horas a un coste ínfimo (en comparación con el método tradicional), es lo que ha hecho despertar a los fabricantes y darse cuenta de los millones y millones de dólares/euros que, de este modo, pueden ahorrar. A través de un programa de CAD, los ingenieros diseñan la pieza y la envían a una impresora 3D que la tendrá lista en cuestión de horas.
A día de hoy, la compañía cuenta con cinco centros de creación de prototipos 3D y utiliza diferentes tipos de tecnología dentro de la impresión 3D. El método que más importancia cobra en Ford es el de la estereolitografía (SLA), aunque también trabajan con sintetización selectiva por láser (SLS), modelado por deposición fundida (FDM) o el menos conocido, llamado impresión por chorro de aglutinante, ideal para crear moldes para piezas metálicas. En cuanto a materiales, utilizan multitud de ellos, desde sílice hasta arena.
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