Laika usa la impresión 3D para crear los personajes de Stop Motion para su última película “TheBoxTrolls”
El stop motion es una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos, mediante una sucesión de imágenes fijas.
Los orígenes del stop motion se funden con los propios orígenes de la historia cinematográfica, sin embargo, esta técnica ha evolucionado mucho desde entonces. Contemporáneamente, el stop motion ha crecido de manera exponencial, en sofisticación, debido a los avances tecnológicos.
Para Brian McLean, la persona encargada del departamento de impresión 3D y creación de prototipos 3D de Laika, la impresión 3D es la tecnología perfecta que se ajusta a las exigencias del stop motion.
Laika, actualmente, alberga nueve impresoras 3D (la más cara, de 210.000 $, una máquina que puede imprimir tanto en caucho como en plástico), sin embargo, éstas no remplazan a los artistas que hasta ahora han trabajado para la creación de sus películas. La película de Laika, ParaNorman, por ejemplo, requirió 25 artistas; y The Box Trolls, alrededor de 55.
Hay algunas cosas que las impresoras 3D no pueden hacer, por ejemplo, las pequeñas pecas de los personajes, o sus carrillos sonrojados, que deben coincidir cuadro a cuadro. McLean señala que la impresión 3D es una herramienta que aún necesita artistas y técnicos para ejecutarla y poder obtener así el máximo provecho de ella. Después de todo, la creación de piezas en el software de modelado 3D no es simplemente cuestión de la entrada de datos técnicos.
En el siguiente vídeo, podemos ver cómo trabajan y usan la impresión 3D en el estudio de Laika:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=rEsVyPwXF5I[/youtube]
McLean reconoce haber estado algo intimidado por las máquinas la primera vez que se puso en contacto con ellas, sin embargo, ahora asegura que “la impresión 3D está a punto de revolucionar todo lo que hemos diseñado como raza humana”.
Un aspecto particularmente interesante, es la forma en la que la impresión 3D puede aumentar el matiz en las caras de los personajes. En la película “Pesadilla antes de navidad”, hubieron hasta 800 cabezas diferentes para cada personaje. Cada segundo de las películas creadas mediante stop motion, requiere de unas 14 tomas individuales aproximadamente, por lo que se puede imaginar, la gran cantidad de figuras diferentes que se necesitan en espacios tan pequeños de tiempo. Aquí tiene un papel fundamental la impresión 3D, ya que, de lo contrario, esculpir cada figura a mano conlleva muchos días.
La impresión 3D ha conseguido que las películas de stop motion estén cada vez más conseguidas, ya que, gracias a la ella, se puede contar con mucha más cantidad de expresiones faciales y movimientos. La heroína de la película Coraline (2009), tenía aproximadamente 207.000 expresiones faciales diferentes. Tan sólo tres años después, ParaNorman tenía 1,4 millones de expresiones diferentes. “Las expresiones de los rostros, la calidad de la piel, parecían más realistas de lo que jamás había visto antes en stop motion…”, comenta McLean. Además, la impresión 3D permite que las figuras sean lo suficientemente resistentes para su uso y reutilización durante casi dos años de rodaje, así como soportar las luces del estudio sin descomponerse.
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