Curiosamente y aunque la tecnología de impresión 3D en alguna ocasión haya estado presente en el sector de la moda, es en el campo textil donde menos referencias de su uso tenemos a día de hoy. Por ello es que esta noticia nos ha llamado la atención especialmente.
La citada referencia comienza dando un titular, y es que la impresión 3D podría revolucionar la industria textil, titular que no nos sorprende pues sería el único sector donde esta tecnología no esté causando revuelo.
Si investigamos con algo más de atención llegamos al núcleo de la información. Se trata del nuevo producto que la empresa textil Tamicare está poniendo en el mercado. Su inventor, el israelí Tamar Gilo, ha desarrollado las primeras bragas impresas en 3D del mundo, que entre otras particularidades presenta la ventaja de ser desechables.
Este sistema consiste en la impresión en 3D automatizada con un tejido elástico biodegradable, denominado Cosyflex, que se ajusta por completo a cada figura femenina aportando comodidad y elasticidad.
Tamicare es una compañía líder en innovación e ingeniería del sector textil y materiales de tejido. La empresa fue fundada en el año 2001 por un grupo de emprendedores visionarios con el objetivo de mejorar la calidad de millones de personas en todo el mundo. Desde hace más de una década, Tamicare viene estudiando y desarrollando una tecnología propia y patentada y en estos momentos el producto estrella de la compañía es el tejido Cosyflex, que basa su existencia en el uso de la tecnología de impresión 3D para hacer productos textiles.
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Desde la compañía contemplan un sinfín de oportunidades para este producto y consideran que el abanico de usos que se abre ante ellos es enorme. Desde el punto de vista de la innovación, este proyecto de ropa desechable rompe con los esquemas conocidos hasta ahora, mientras que desde el punto de vista médico o de higiene la idea de ropa o ropa interior de un solo uso abre nuevas posibilidades. Además en terrenos como el deportivo, poder tirar ropa una vez que haya sido usada presenta un alto grado de comodidad y no estar preocupado por manchas de difícil limpieza puede ser un punto a favor de esta empresa.
Unido a todo esto, Cosyflex permite también crear en al instante productos acabados en un proceso que no genera residuos. Todo esto con los mismos materiales de siempre, por lo que el consumidor habitual no notará ningún inconveniente en los materiales. Los polímeros más utilizados en este proceso son el caucho de látex y las fibras de algodón. La tecnología Tamicare es además rápida pues es capaz de realizar un par de calzoncillos o bragas en sólo 3 segundos, que en palabras de la compañía ha sido traducido en aproximadamente 10 millones de dólares al año.
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