Las impresoras 3d profesionales de alta gama podrían bajar de aquí a 2016 a un precio similar al de las impresoras 3d domésticas de hoy dia.
Nos gusta informar de las distintas opiniones en torno al futuro de la impresión 3d. En cuanto a eso, existen básicamente tres tipos de opiniones:
– Los que auguran una tercera revolución industrial, un cambio radical de como se hacen las cosas, que tendrá consecuencias que irán desde lo doméstico hasta de índole geopolítica. Estos super-optimistas esperan que haya una impresora 3d en cada hogar dentro de unos años, a unos precios asequibles para todos, y que eso afecte a la forma de hacer negocios, a los costes salariales, e incluso a la vuelta de las fábricas de oriente a occidente, recuperando ésta última el sector manufacturero, ahora en Asia.
– Luego están los pesimistas, los que creen que esto de la impresión 3d no es mas que otra moda geek que no tendrá efectos mas allá de pequeños negocios por internet montados por diseñadores, y cierta evolución o mejora en sectores muy concretos como el de las prótesis, aeroespacial, etc. Estos pesimistas suelen fijarse en otras tecnologías y en como fueron evolucionando en el tiempo, y llegan a la conclusión de que no es para tanto.
– Finalmente, hay una corriente de optimistas que podríamos llamar moderados, que opinan que la penetración de las impresoras 3d será mas lenta de lo que muchos auguran. Se basan en teorías como la de las Innovaciones de Rogers, y en su opinión faltan décadas para que las impresoras 3d realmente formen parte de nuestras vidas de forma habitual. Entre estos, solemos encontrar analístas de bolsa, que comparan el auge de las impresoras 3d con otras tecnologías y como fueron evolucionando a lo largo del tiempo. Se fijan sobre todo en la facturación y evolución bursatil de los principales fabricantes de estas máquinas, que cotizan en bolsa, y suelen ser conservadores por la naturaleza de su trabajo.
Pues bien, recientemente ha sido publicado un informe por la prestigiosa firma de análisis Gartner, en el que da su pronóstico y llega a la conclusión de que en el año 2016 ya tendremos impresoras 3d baratas y abundantes.
Segun el informe, la impresión 3D es una tecnología cuya adopción masiva se está acelerando, si bien opinan que ciertos medios llevan a muchos a pensar que la tecnología está a años de distancia cuando en realidad está disponible y es asequible para la mayoría de las empresas. No podemos estar mas de acuerdo con su análisis sobre la aceleración de su adopción, y prueba de ello es el volumen de objetos 3d subidos a Thingiverse, que hemos conocido recientemente, en el que se aprecia el crecimiento exponencial de la subida de archivos:
Para 2016, Gartner predice que el precio de las impresoras 3d de gama alta que cuestan en la actualidad decenas de miles de dólares bajarán considerablemente, hasta un precio similar a lo que cuestan ahora las impresoras 3d domésticas. El efecto sobre el uso podría ser similar al que tuvo en los PC después de su bajada de precios.
Según Gartner, a ese nivel de precios tendrá sentido financiero para muchas empresas contar con su propia máquina para la fabricación de productos personalizados, como piezas de joyería. Además según las previsiones de Gartner el mercado se verá favorecido por las mejoras en los sistemas de escaneado 3D y herramientas de modelado .
Pero $ 2.000 es todavía un montón de dinero para el consumidor medio por lo que Gartner sugiere que la primera oleada de la impresión en 3D será la de las empresas y servicios, y concretamente, los servicios de impresión 3d, algunos de ellos ya en marcha, donde el consumidor podrá pedir la pieza personalizada o individualizada para ser impresa y estar lista para su recogida al día siguiente.
Según Gartner, esta predicción es muy similar a la que tuvo el fax en los años 1960 cuando Xerox patentó y vendió los primeros sistemas comerciales de faxes. En aquel entonces se sugirió que no solo no habría faxes en todas las oficinas, sino incluso que no habría tiendas a las que mandar un fax en todas las ciudades, como si había ocurrido con los telegramas. Sin embargo, la creciente mejora y rápida caída de los precios de las máquinas de fax demostraron lo contrario, y las empresas empezaron a comprar sus propios faxes.
La conclusión que extraemos nosotros de todo esto es la siguiente: no sabemos a ciencia cierta si impresión 3d lo cambiarán todo o no, si formarán parte de nuestra vida cotidiana o no, pero en lo que todos los analistas coinciden es que las mejoras en esta tecnología crecen a un ritmo acelerado, y que los precios bajan también con rapidez. Por eso llegará un momento en que la curva de precios y la calidad de la impresión se crucen, creando la verdadera adopción masiva de esta tecnología.
Es decir, no hay ningún motivo para que una tecnología util no sea adoptada por la sociedad, salvo las limitaciones técnicas o económicas. Por tanto, sabiendo como sabemos que la tecnología está mejorando cada día, y los precios cayendo cada día, solo queda por ver cuándo se produce la adopción masiva de la impresión 3d, y no si se producirá o no.
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