Todos recordaremos cuando nos hemos fracturado brazos o piernas, el engorroso yeso que nos han puesto para inmovilizar la parte afectada. El contundente peso del yeso que hay que soportar, la dificultad para las tareas de higiene, el mal olor que se genera al cabo de las semanas y las firmas de los amiguetes sobre la escayola pueden pasar en poco tiempo a la historia.
Después de siglos de férulas y yesos engorrosos, el profesor Jake Evill de la Universidad Victoria de Wellington ha diseñado una protección mucho más ligera y ventilada que la tradicional escayola. Ésta se compone de Nylon que tratado mediante impresoras 3D tras un proceso de diseño digital con software, da lugar a una estructura con la forma de la extremidad a tratar que se adhiere a ella para protegerla.
Su aspecto es de rejilla, por lo que el peso es mucho menor y la ventilación mayor. Permite la ducha y estéticamente es menos desagradable pero sobre todo, esta nueva protección diseñada para el tratamiento de fracturas y extremidades inmovilizadas abulta menos que las elaboradas con escayola por lo que a la hora de vestir es más cómodo y su diseño las convierte en originales en el caso de que quedasen a la vista.
El proyecto ha sido desarrollado por un equipo liderado por el profesor Jake Evill. Se denomina Exoesqueleto Cortex y está considerado como un sistema altamente técnico que proporciona tratamiento de apoyo a una zona localizada con problemas óseos y musculares. Como decimos, es un sistema ligero, higiénico, ventilado, con un estiloso diseño y sobretodo compuesto por un material reciclable que permite volver a ser utilizado una vez retirado del paciente.
El proceso de diseño de la protección se inicia mediante el análisis de la zona afectada por un sistema de rayos X que explora al paciente e identifica la ruptura y su posición exacta generando un modelo virtual de la zona fracturada escaneada en 3D. Con las medidas de la extremidad, la forma, la posible deformación o fractura, estos datos son incorporados a un ordenador donde se diseña un soporte óptimo con el máximo ajuste. Después de esto, el diseño es enviado a una impresora 3D que genera la protección que el paciente colocará sobre su extremidad.
Una vez impresa la protección, ésta queda abierta por uno de los lados para permitir el acceso y su colocación exacta sobre la extremidad, de manera que quede bien encajado. El Exoesqueleto Cortex es muy delgado pero extremadamente fuerte y duradero. Es totalmente lavable y no se nota bajo la ropa, según aseguran sus creadores.
La idea es que este prototipo de protección se extienda entre los profesionales médicos. Nada más que en Estados Unidos, se producen más de 6 millones de fracturas cada año, por lo que Jake Evill espera que debido a sus ventajas y cualidades, en poco tiempo se haga un hueco en el mercado y sustituya al tradicional yeso.
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