Los materiales de impresión 3D es uno de los campos que más interés genera dentro del mundo de la impresión 3D, será que de su desarrollo dependerá en gran medida el éxito de esta tecnología.
Y en relación a eso hemos encontrado hoy una noticia importante y como siempre, sorprendente. Por primera vez el polvo de titanio no sólo está siendo sometido a procesos de prueba en impresión 3D sino que ya ha sido utilizado en la impresión de piezas de automóvil.
La compañía que ha llevado a cabo este proyecto es la empresa británica Metalysis y el resultado hasta ahora parece convencer a muchos, sobretodo y primordialmente a los dirigentes de la compañía.
En los últimos meses escuchamos cada vez con mayor fuerza la apuesta de empresas de materiales de impresión 3D por desarrollar el metal como materia prima para su uso en esta tecnología, pero es cierto que entre otros aspectos siempre se destaca el precio como el principal factor contrario a su uso, especialmente en el caso del titanio.
Metalysis ha desarrollado una nueva forma de fabricar materia para la impresión 3D a base de titanio en polvo, y lo más importante de todo, a bajo coste.
La compañía basa este proceso en la transformación del mineral rutilo en titanio en polvo cuyo destino es ser utilizado en impresión 3D. El proceso para la transformación de este mineral en titanio se basa en electrólisis. La electrólisis es un proceso antiguo, de principios del siglo XIX, que consiste en la aplicación de corriente eléctrica continua a un material sumergido en disolución. Cada electrodo atrae iones de carga opuesta mientras por acción de la energía que suministra la fuente de alimentación, se produce la separación de iones que da lugar a nuevas sustancias.
El proceso de electrólisis ofrece como ventaja un producto final en forma de polvo, detalle de gran interés en el campo de la impresión 3D con metales, ya que utiliza éstos en forma de polvo cuando son sometidos a procesos de fabricación utilizando impresión 3D.
La compañía considera éste un paso adelante en la utilización de la impresión 3D como herramienta de producción en industrias como la automotriz, aeroespacial y defensa, donde el polvo de titanio se presenta como un recurso con multitud de posibilidades.
Como hemos comentado antes, una de las desventajas hasta ahora de la utilización de este material es su elevado precio de mercado. Sin embargo, la compañía Metalysis reduce con su nuevo proceso de elaboración del material, el coste de producción que eleva ese precio.
Según la compañía británica, un kilo de titanio que actualmente oscila entre los 300 – 400 dólares, podría ver reducido su precio en un 75%.
Desde Metalysis confirman que algunas grandes empresas como Jaguar Land Rover ya se han interesado por conocer este desarrollo, y que de momento se preparan para comenzar la construcción de una planta industrial en polvo de titanio en Yorkshire.
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