Garrett Peterson nació en 2012 y padece Traqueobroncomalacia, una enfermedad de las catalogadas como raras que afecta a la tráquea. La enfermedad afecta a la zona de cartílago blando de la tráquea o a toda la tráquea por completo; el síntoma principal es la dificultad extrema para poder respirar.
La tráquea de Garrett un día colapsó de repente y le dejó sin aliento, y así, progresivamente comenzó a sucederle lo mismo un día tras otro, varias veces al día.
Normalmente, la pauta a seguir en estos casos es realizar una pequeña intervención quirúrgica en la que se corrige la parte debilitada. Los doctores que trataron a Garrett, estaban decididos a que siguiera adelante, pues desde su nacimiento había estado en cuidados intensivos.
Un día, la familia descubrió que médicos de la Universidad de Michigan habían utilizado impresoras 3D para crear una “férula” para tratar de corregir la tráquea de otro niño como su hijo.
Finalmente, en el Hospital CS Mott de Niños de la Universidad de Michigan, fabricaron un dispositivo impreso en 3D que consiguió abrir las vías respiratorias de Garrett y, por fin, el pequeño pudo regresar a su casa de Utah para pasar las navidades.
El caso de Garrett ha sido el segundo al que el implante es efectivo. La férula fue desarrollada por Glenn Verde, profesor asociado de otorrinolaringología pediátrica y Scott Hollister, profesor de ingeniería biomédica y de ingeniería mecánica.
La férula ha sido hecha con un biopolímero conocido como policaprolactona. La férula se cose alrededor de la vía respiratoria para así expandir los bronquios y dar un apoyo temporal a la tráquea, mientras el niño crece. Con el paso del tiempo, aproximadamente en 3 años, dada la naturaleza del material utilizado, la propia férula será absorbida por el cuerpo del pequeño. Para fabricarlo, emplearon imágenes de alta resolución y datos de diseño asistido por ordenador, que habían sido recogidos con tomografías computarizadas.
El éxito en la intervención de Garrett supone una nueva oportunidad para las personas que padecieron enfermedades para las que no había solución sencilla. Ahora, gracias a la impresión 3D, puede que sus vidas cambien y comiencen a ser más cómodas.
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