Habíamos escuchado casos de aplicación de la tecnología de impresión 3D en la elaboración de prótesis, tejidos humanos o hasta la reconstrucción del rostro de un paciente de cáncer, pero la impresión 3D se atreve hasta con la elaboración de órganos.
En estos días nos ha sorprendido la noticia de que científicos especializados de medicina han conseguido fabricar un hígado en miniatura capaz de realizar las mismas funciones que haría uno a escala de ser humano.
La presentación de esta importante investigación se llevó a cabo durante la conferencia de Biología Experimental que se ha celebrado estos días en Bostón, EEUU. Los pequeños hígados creados han sido elaborados a partir de células de tejido hepático cuya impresión en 3D se ha realizado bajo la superposición de capas de estos tejidos.
El grupo de investigadores que se está encargando de este estudio pertenecen a la compañía Organovo, con sede en California (EEUU), y desde hace años vienen desarrollando una tecnología de impresión de órganos mediante impresoras 3D que se denomina Novogen.
Los hígados presentan un tamaño aproximado de cuatro milímetros y una profundidad de apenas medio milímetro y para su impresión en 3D se han utilizado en torno a veinte capas de hepatocitos, células perisinusoidales y células pertenecientes al revestimiento de los vasos sanguíneos. Todos estos materiales utilizados para la elaboración del citado órgano en miniatura proviene previamente de tejidos retirados con anterioridad en intervenciones quirúrgicas.
La utilización de este tipo de células en su elaboración, hacen que sea posible la formación de los canales a través de los cuales estas réplicas de hígados puedan recibir oxígeno y nutrientes tal y como lo hace uno de verdad.
Aunque el tamaño de los “minihígados” no permite su implantación en seres humanos, su experimento ha servido para conseguir que éstos lleven a cabo las funciones de los originales y con ellos se estudia el efecto que determinadas sustancias como drogas o algunas enfermedades tienen sobre estos órganos.
De ahora en adelante y con el precedente de los “minihígados” elaborados, el grupo Organovo trabajará en la impresión 3D de órganos de tamaño real como siguiente paso en su investigación. Órganos totalmente funcionales y cuya aplicación en seres humanos pudiera ser la solución a enfermos que necesiten con urgencia la realización de un trasplante.
Sus investigadores aseguran que la mayor complejidad de este siguiente paso radica en la elaboración de una red de vasos sanguíneos capaces de asumir la implantación de estás réplicas.
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