Las poco optimistas opiniones de un analista de mercados sobre el futuro a corto plazo de las impresoras 3d
Buceando por la red encontramos siempre gente dispuesta a hablar de las magníficas perspectivas de la impresión 3d, de lo baratas que se están volviendo las impresoras 3d de una u otra empresa, y de los milagros que esas maquinas nos permitirán hacer.
Sin embargo cuesta mas encontrar opiniones que contradigan ese supuesto boom que está teniendo lugar ahora mismo, según algunos.
Por eso creo interesantes las conclusiones de Barry Randall, un importante analista de la revista digital especializada en el mercado bursatil americano www.marketwatch.com.
Este analista escribe un articulo, en inglés, y al que teneis acceso completo aquí, en el que explica por qué cree que aquellos que inviertan en alguna de las varias empresas que cotizan en el Nasdaq relacionadas con la impresión 3d se pueden estrellar. Lo importante del artículo no es su analisis bursatil, sino porqué cree que la impresión 3d no va a ser para tanto.
Las principales razones son las que resumimos a continuación:
Primero: el mercado de consumo. Según él, las impresoras 3d nunca llegarán al mercado de consumo. El piensa que las actuales impresoras 3D comerciales cuesta alrededor de $10.000 una unidad, además de unos mil dólares por año en plástico de la resina. Los nuevos dispositivos, como los sistemas 3D Cube y CubeX impresoras tienen un precio de alrededor de $1.400. Según el no podrán bajar mucho mas de los 1000 $, como mucho 500$. Según dice, llegar a que los consumidores compren millones de estos dispositivos no es solo cuestión del precio de la caja. Se trata del tiempo y el esfuerzo necesario para hacer algo útil. En cuanto a esfuerzo, considera que el diseño industrial se realiza por profesionales con años de educación y experiencia práctica, y cuestiona que las masas tengan capacidad de conseguir algo útil con la suficiente sencillez.
Otro punto es el software: debido a los gastos de mano de obra del diseño industrial, existe suficiente motivación para haber creado software fácil de usar. Y sin embargo, según el, no existe ninguno. CATIA, AutoCAD, y otros programas de CAD son potentes según el, pero no faciles de usar, ni para los profesionales. Su opinión al respecto es que pensar que la simple existencia de impresión 3D barata de alguna manera engendrará software de diseño fácil de usar es delirante.
Dice este analista que pese a que algunos han comparado la llegada de impresoras 3D baratas con la del software de procesamiento de texto y las impresoras de inyección de tinta baratas, hace 30 años, en realidad la situación es diferente porque su manejo era una habilidad que ya tenían la mayoría de los adultos formados, y que por tanto las personas se sentían cómodas con el proceso de creación de documentos. La combinación PC/WordPerfect facilitó simplemente algo que ya estaba ocurriendo a gran escala.
Pero la capacidad de utilizar software de diseño 3D incluso rudimentario no es una habilidad común, ni es facil de adquirir.
En cuanto al tiempo, consideran que lo lo que muchos llaman revolución es una exageración: en lugar de enviar un diseño a una fundición y recibir un prototipo sólido tres semanas más tarde, ahora puede obtener una versión de plástico en tres horas. Eso es un avance inmenso en la productividad. ¿Pero un consumidor esperar tres horas para que obtener de su impresora 3D una pieza de ajedrez de recambio? Con excepción de unos pocos miles de early adopters, lo duda.
Parece que en general, su opinión es que algún día puede que la impresión 3d sea algo realmente útil, de modo que las empresas cotizadas que se dedican a su fabricación realmente vean su cotización disparada, y se conviertan en el proximo Dorado. Pero para eso falta mucho tiempo, al menos en su opinión.
En el corto plazo, las perspectivas de inversión son color de rosa, pero ve peligro de caida cuando el mercado entienda que esto no es todo oro, y sobre todo, según su criterio, cuando el mercado entienda que aun quedan años para que se materialice ese boom que algunos se empeñan en decir que ya ha llegado.
Veremos quien tiene razón. (Nosotros creemos que este tio no se entera, sinceramente).
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