Imprimir en 3D materiales para fabricar piezas de un avión puede reducir el peso del mismo hasta un 7%.
La industria aeroespacial sigue investigando para hacer aviones más ligeros y más eficientes. Reducir el peso de cada pieza significaría poder reducir el consumo de combustible, así como reducir las emisiones de carbono.
Eric Masanet, profesor asociado de la Northwestern University, ha llevado a cabo una investigación sobre los efectos ambientales de las piezas metálicas impresas en 3D para aviones. Además de hacer el avión más ligero, hacen a estos materiales más eficientes. Este proyecto ha sido financiado por el Departamento de Energía Avanzada y Oficina de Manufactura de Estados Unidos.
A parte de otorgar a los materiales un mayor rendimiento y un valor añadido, la impresión 3D es fundamental para reducir los residuos de fabricación. Al usar procesos aditivos, se conservan miles de toneladas de materiales caros como níquel, aluminio y titanio. Según Masanet, “El principal factor es que las aeronaves requieren aleaciones especiales de metales ligeros cuyo proceso puede ser muy costoso”.
Imprimir elementos en 3D redujo en un tercio el uso de energía en comparación con los métodos convencionales.
También se ha comprobado que algunas partes clave del avión impresas en 3D reducirán el consumo de combustible en un 6,4%, aproximadamente.
Según Masanet, los métodos tradicionales para fabricar piezas de aviones suponen un gasto innecesario. Por ejemplo, para fabricar un soporte de 1 Kg se pueden requerir 10 Kg de materia prima.
La impresión 3D es ideal para fabricar soportes y bisagras, ya que pueden reducir su peso de 1,09 Kg a 0,38 Kg gracias a esta tecnología. Esto se traduce en un gran ahorro para un vehículo grande y complejo como es un avión.
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