Un equipo de ingenieros del Instituto Nacional de Investigación en Informática y Automática (INRIA), en Francia, presentaron durante el pasado mes de junio ante el presidente francés François Hollande un proyecto que permitirá fabricar un robot con ayuda de una plataforma abierta y, por supuesto, de una impresora 3D. Con este proyecto quieren acercar a científicos, profesores y aficionados a la robótica, así como a sus herramientas.
El robot Poppy (amapola en inglés), tiene una altura de 64 centímetros, y pesa unos 3,5 kilogramos. Su cuerpo se puede crear con una impresora 3D y, su “mente”, se puede programar casi por cualquier persona. Tanto las instrucciones como el software para hacer funcionar al robot humanoide son open source.
El líder del proyecto, Pierre-Yves Oudeyer, ha comentado que quieren que haya tantos clones de Poppy como se pueda. Quieren que su proyecto se introduzca en las escuelas y los profesores puedan cultivar la creatividad de los estudiantes en ramas como la mecánica, la informática, la electrónica o la impresión 3D.
La parte electrónica del proyecto es compatible con la plataforma de hardware abierto Arduino, por lo que se le podrán interconectar todo tipo de sensores con otros aparatos electrónicos.
El equipo de ingenieros ha contado con el respaldado del Consejo Europeo de Investigación (CEI), quienes han financiado este proyecto llamado Explorers. Gracias a ello, la plataforma Poppy, que así se llama el robot humanoide, ha podido ver la luz para que todo el mundo pueda fabricar este robot en casa o pueda pedir las piezas ya impresas en 3D.
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