Puede resultar curioso pero un equipo de la universidad de Swansea en Suecia estudian la reconstrucción facial mediante impresión 3D, de una persona del siglo XVI a partir de unos restos óseos rescatados de las profundidades oceánicas hace algunas décadas.
Todo comienza cuando el buque de guerra Mary Rose, de Enrique VIII se hundió en el estrecho de la isla de Wight en 1545, y con él los 500 tripulantes que llevaba a bordo. A principios de los 80, los restos del navío fueron rescatados y con él 92 esqueletos casi completos. De éstos, 10 cráneos fueron enviados a la citada universidad para su estudio, y estos momentos el profesor Oscar Nilsson se está ocupando de su recreación virtual y física.
El equipo analizó los cráneos rescatados del buque y han conseguido producir una copia en 3D exacta de uno de ellos. La silueta obtenida perteneció a un arquero de la élite de Enrique VIII y su reproducción se ha diseñado combinando digitalización 3D primero e impresión en 3D después.
En primer lugar, se analizó el cráneo original mediante un escáner láser 3D, con lo que se obtuvo una réplica virtual en 3D exacta. Con la imagen archivada, el equipo de la Universidad de Swansea imprimió en 3D una copia exacta que tardó 48 horas en ser impresa.
En la actualidad, y una vez que se ha conseguido recrear el cráneo, el equipo de Oscar Nilsson trabajan para la reconstrucción de los demás rostros no identificados aún y para configurar los músculos de la cara del hombre hasta conseguir una imagen de éste lo más acercada a la realidad posible.
Los resultados obtenidos aportan la siguiente información sobre el modelo de humano recreado, era un hombre alto, posiblemente un arquero, de elevada posición y con una edad comprendida entre los 20 y 30 años.
Las explicaciones de esto se basan en que su esqueleto indica que el individuo padecía una lesión provocada por un esfuerzo repetido en numerosas ocasiones en una posición como de lanzar un arco con fuerza. Cuando fue encontrado, portaba un anillo de plata y una bolsa en la que se hallaba un plato de peltre, por lo que su posición social debía ser elevada.
Aunque se está trabajando en la identificación y recreación de la parte ósea, el equipo de investigación estudia diseñar los músculos faciales y darle expresión a este personaje histórico que poco a poco se está devolviendo a la vida, todo esto gracias a los adelantos que la tecnología del siglo XXI está permitiendo, según afirmaba el profesor Nilsson. [embedplusvideo height=”500″ width=”630″ standard=”http://www.youtube.com/v/1GafuXkLFaY?fs=1″ vars=”ytid=1GafuXkLFaY&width=630&height=500&start=&stop=&rs=w&hd=0&autoplay=0&react=1&chapters=¬es=” id=”ep7963″ /]
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