No hay duda que la tecnología de impresión 3D se ha convertido en una herramienta de trabajo que cada cual aplica a su campo como mejor resultado cree que es capaz de obtener, o en algunos casos si no de trabajo, sí de ocio para aquellos que con ayuda de estos aparatos son capaces de cumplir algún sueño o fantasía.
Sabemos que los científicos las están empleando en investigar sobre reconstrucciones y prótesis, los arquitectos en sus edificaciones, empresarios en sus productos y algunos más ingeniosos son capaces de hacer nuevas creaciones.
Este es el caso de Chris Jeane, David Kay, Ed Paulosky y Peter Verrillo, cuatro jóvenes americanos que han creado mediante impresión 3D un cómodo sistema digital capaz de expender cerveza de barril.
El invento se llama Robokeg y consiste en un brazo de barril con un sistema incorporado que analiza la petición de cerveza a través de una pulsera y acciona el gatillo del grifo.
Robokeg utiliza un dispositivo Raspberry Pi que funciona mediante un módulo WiFi que envía información al servidor mediante un sistema Near Field Communication, una tecnología de corto alcance y alta frecuencia que permite el intercambio de datos entre dispositivos. El Raspberry Pi impulsa un pequeño motor situado en la parte superior del barril y el engranaje activa el grifo de cerveza. Para la construcción de todo este entramado, especialmente para la fabricación del engranaje que pone en marcha el grifo, este grupo de jóvenes utilizaron una impresora 3D Markerbot.
Este cuarteto americano denominados a sí mismos “lazy Hackers” han observado durante los últimos tiempos como en los bares y pubs se trabaja mediante una pulsera que da opción a hacer peticiones de comida, bebida o apertura del ordenador donde se guarda la cuenta de cada cliente. Es por ello que basándose en esa idea y ayudados de las ventajas que la tecnología de impresión 3D ofrece hoy en el campo de la fabricación, han puesto en marcha este sistema que a su juicio resultará muy útil en bares donde se produzcan aglomeraciones de público en determinadas horas.
Pero además Robokeg también tiene un sistema para aconsejar la mejor y más novedosa cerveza del mercado, según los gustos del cliente o la época del año y el lugar donde nos encontremos.
Robokeg busca facilitar la vida al cliente y por ello, sus creadores, la han configurado para que una vez que el pedido esté hecho, la máquina envíe un mensaje al teléfono móvil indicando el importe que tienen que pagar el cliente y los medios que tiene para ello.
De momento, estos jóvenes están hablando con los bares y pubs de Nueva York para que entre sus sistemas dispensadores de cerveza incluyan el Robokeg, quién sabe si en nuestro próximo viaje a la ciudad de los rascacielos nos acordaremos de esta noticia.
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