Si últimamente has estado comiendo mas sano o poniéndote en forma, quizás hayas usado alguna aplicación de seguimiento de las calorías que ingieres o el deporte que haces.
Pero, ¿que te parecería si una aplicación recogiera los datos de lo que comes exactamente, sin necesidad de introducir tu la información?
Pues, esto es en resumen lo que hace las Diet Eyeglasses impresas en 3D por un equipo de investigadores encabezados por el Professor Oliver Amft de la Universidad de Passau en Alemania.
Pero la pregunta del millón es, ¿como funcionan estás gafas?
A través de electromiografía o EMG que es una técnica que mide la actividad eléctrica generada por los músculos. Es usada como herramienta para el diagnostico de la salud de los músculos y nervios, pero en este proyecto es usado para saber con cuanta fuerza están trabajando tus músculos cuando masticas.
El Dotor Amft ha desarrollado una serie de pequeños sensores incrustados en unas gafas impresas en 3D, en concreto en las patillas de las gafas.
Los sensores detectan la intensidad en la que están trabajando los músculos y así saber y transferir a otros sensores que estás comiendo.
Este proyecto fue presentado en la conferencia IEEE Body Sensor Networks en San Francisco, y es a su vez parte del proyecto WISEglass que dirigen el equipo de investigadores del Porfesor Oliver.
No es una ciencia perfecta, mientras que los sensores pueden diferenciar entre un plátano y un apio, cuando se trata de alimentos con las mismas consistencias es difícil de diferenciarlos.
Esto es solo un prototipo, solo una parte del proyecto WISEglass. El verdadero objetivo de este proyecto es conseguir una tecnología que pueda diferenciar también las actividades que estás haciendo como leer o andar. Y aquí la impresión 3D tiene un gran papel gracias a su versatilidad a la hora de crear.
Mientras las gafas pueden parecer algo mas gruesas que las gafas ordinales, los sensores son realmente poderosos. Se ha demostrado en varios estudios que la comida produce la contracción de varios músculos y pueden ser diferenciados.
En el estudio se recogieron los datos de ocho personas que usaron estas gafas impresas en 3D mientras comían diferentes alimentos, bebían agua, hablaban y movían sus cabezas, y por supuesto estas gafas inteligentes pudo diferenciarlos.
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