31 miembros de una banda criminal búlgara han sido detenidos por fraude en pagos electrónicos y falsificación. Entre los muchos dispositivos incautados durante el registro, se encontraron varias impresoras 3D que los acusados utilizaron para robar datos de cuentas de los cajeros automáticos.
Las autoridades búlgaras y españolas cooperaron con el Centro Europeo de Ciberdelincuencia (EC3) y La Haya en una operación conjunta. Llevaron a cabo, simultáneamente, registros en 40 viviendas de tres ciudades de Bulgaria (Sofia, Silistra y Burgas), así como en algunas casas de Málaga, España.
Apodada Operación Imperium, el resultado se ha debido al esfuerzo conjunto de un acuerdo previo de los países de la UE, para coordinar y compartir información de inteligencia cuando se trata de delitos de esta naturaleza.
Las autoridades descubrieron que la red criminal estaba usando impresoras 3D para crear falsas ranuras para las tarjetas que se colocaron en la parte frontal de los cajeros automáticos, permitiendo copiar los datos de los usuarios. Utilizaban MakerBot Replicators para crear las ranuras para tarjetas falsas, prueba, aunque probablemente no deseada, de la calidad de las populares impresoras 3D de escritorio.
En total, las autoridades incautaron más de 1000 dispositivos, incluyendo micro cámaras, lectores de tarjetas de banda magnética, ordenadores personales, smartphones, discos duros y una gran cantidad de tarjetas de plástico en blanco, listos para ser codificadas con información de la cuenta robada.
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