El mundo actual es un mundo de posibilidades infinitas. Los nuevos avances tecnológicos no solo han afectado la forma en la que nos comunicamos con el mundo, también han derivado en innovadoras propuestas para sistemas de infraestructura que superen, incluso, las barreras del cielo. Estas propuestas y los conceptos que derivan de ellas ya no son futuristas, ni lejanas. Por el contrario, la iniciativa Oversky quiere conquistar el aire levantando edificios flotantes en las ciudades. En este artículo de Futuro Eléctrico te contaremos cada detalle de este proyecto.
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Reinventando la ciudad a través de estructuras flotantes, ¿cuáles son los cimientos de esta propuesta?
Según lo informado por Fast Company Reports, el ecoarquitecto Andreas Tjeldflaat propuso la construcción de estructuras flotantes. Dichas estructuras funcionarán a través de la misma tecnología que hace funcionar a los zepelines. Además, esta serie de estructuras modulares deberán estar conectadas a edificios o estructuras adyacentes para facilitar el acceso a ellas.
Aunque este proyecto hace parte, por el momento, del terreno de la especulación, sobre algunos detalles hay cierta claridad. Por ejemplo, el arquitecto espera utilizar celdas de fibra de carbono cerradas de helio inerte. Este, siendo más ligero que el aire, facilitaría la creación de módulos rígidos, pero flotantes.
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Así se organizaría el nuevo plano de construcción en el cielo
Para convertir al cielo en un nuevo plano de construcción, se combinaría piezas modulares en conjuntos de habitaciones que, como mencionamos anteriormente, se conectaría con edificios adyacentes. Esto a través de pasarelas suspendidas.
El plano se formaría de modo similar al tetris. Es gracias a esta organización que los módulos crearían microclimas sombreados. El objetivo de dichos microclimas es reflejar la luz solar y la radiación. Estas rebotarán y volverán de nuevo a la atmósfera.
Además de esto, las edificaciones contarían con lo que al arquitecto llama ingeniería nanofotónica. Esta tecnología utiliza bolsas de aire a nanoescala que resultan en un material muy parecido a la espuma. Dicho material irradiará el calor hacia la atmósfera y enfriarán el espacio debajo de ella. Esto con la intención de asemejar la función natural de los árboles.
Ahora bien, vale la pena aclarar que estos módulos no cubrirían la luz solar para aquellos que se encuentren debajo de ellos. El proyecto se diseñaría cuidadosamente para que los módulos solo cubran pequeños espacios entre edificios, mas no todo el espacio urbano.
¿Cuáles son los objetivos de esta propuesta?
Uno de los principales objetivos es utilizar el espacio aéreo de las ciudades de manera práctica y eficiente. Esto se lograría llenando aquel vacío con el que cuentan las ciudades y en el que, hasta ahora, no se había fijado la mirada como espacio de construcción.
Aun así, este proyecto tiene otros múltiples beneficios. En primer lugar, es una buena alternativa para luchar contra algunos de los más fuertes efectos del cambio climático, como, por ejemplo, el efecto isla de calor urbano. Este efecto es aquel que provoca que los grados a los que se encuentran las ciudades sean mayores a los de las áreas rurales. Lo anterior debido a la absorción de calor por las carreteras y edificaciones.
Teniendo en cuenta el beneficio anterior, la reducción de la temperatura en las ciudades también significaría la inminente reducción en el uso de aire acondicionado doméstico. A futuro, esto implicaría también la reducción del riesgo de triple aumento del uso de aire acondicionado para 2050, como algunos estudios lo predicen.
Lo anterior combinado con los avances y aplicaciones de fachadas fotovoltaicas en los edificios y otras herramientas que hacen uso de las energías renovables para reducir el consumo de energía eléctrica, el desperdicio de agua y, así, la protección de los recursos naturales.
Palabras finales
Aunque esta propuesta parece salida de la ciencia ficción, la verdad es que las constantes investigaciones y avances al respecto la ponen cada vez más cerca de la realidad. El proyecto fue exhibido recientemente en una exposición sobre arquitectura y cambio climático en Suecia. Con los días, la propuesta ha recibido múltiples y beneficiosas críticas, ya que combina la modernidad arquitectónica con buenas alternativas para combatir el cambio climático.
Por ahora solo el hecho de tener este tipo de investigaciones y propuestas bajo el reflector resalta la importancia de proteger nuestro medio ambiente, a medida que se crean procesos innovadores, eficientes y supremamente atractivos.
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