Los humanos ya han llegado a la Luna y toda la evolución de la exploración espacial en las últimas décadas ha permitido que se tenga información mucho más certera de lo que podemos encontrar en el espacio exterior. Sin embargo, aún quedan inmensos retos por delante: llegar a Marte, estudiar a profundidad las características de este planeta, regresar a la Tierra y, posteriormente, crear colonias en el planeta rojo.
El gran inconveniente es que con las condiciones actuales el viaje a Marte podría representar una misión sin retorno para los astronautas. Es decir, de momento, una nave podría llevar a sus tripulantes hacia Marte, pero no podría volver a casa. Esto significa que los tripulantes de la nave espacial deberán quedarse en el planeta rojo hasta morir.
Ante esta realidad tan catastrófica, distintos científicos han estado arduamente trabajando en una solución para obtener combustible en Marte y, además, poder suministrar oxígeno a los astronautas. Al respecto, investigadores del Georgia Institute of Technology, en Estados Unidos, pretenden utilizar microorganismos genéticamente modificados para producir combustible y oxígeno. ¿Cómo aspiran hacerlo? A través del dióxido de carbono, un elemento que se halla de forma abundante en Marte, el agua congelada y la luz solar.
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¿En qué consisten los microorganismos genéticamente modificados?
La investigación de estos científicos fue publicada por la revista Nature y cuenta con financiación de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus filas en inglés). En ese sentido, en el estudio explican que el objetivo es utilizar una cianobacteria (un tipo de alga) que tomaría el dióxido de carbono de la atmósfera de Marte y utilizaría la luz solar para crear azúcares.
Además, se usaría ejemplares de la bacteria E. coli modificada que se encargaría de convertir esos azúcares en 2,3-butanediol, este compuesto funciona perfectamente como combustible para cohetes. La combinación de estos microorganismos modificados genéticamente generaría unas 44 toneladas de exceso de oxígeno limpio que podría reservarse para dar soporte a los futuros pobladores de Marte.
Sin embargo, para poner en práctica la labor de estos microbios modificados se necesita construir unos fotobiorreactores del tamaño de cuatro campos de fútbol. Para ello, se debe transportar a Marte materiales plásticos en grandes volúmenes. En estas estructuras crecerán las cianobacterias. En otro reactor, se descompondrá las cianobacterias en azúcares, que se usarán para alimentar a la E. coli. Luego, esta bacteria se encargaría de producir el combustible.
Probables complicaciones
A pesar de que este objetivo puede parecer sencillo de cumplir, tiene dos grandes problemas. En primer lugar, la NASA no permite enviar microorganismos a Marte para evitar su contaminación. Por eso, se debe trabajar en una manera de contener a los microbios modificados para disminuir el riesgo de fuga. En segundo lugar, se deberá enviar a Marte casi el triple del material que es necesario para la solución con metano de la NASA.
No obstante, los científicos que participaron en esta investigación están convencidos de que es una buena idea. Nick Kruyer, principal autor de este estudio, en un comunicado de prensa, dijo:
El dióxido de carbono es uno de los únicos recursos disponibles en Marte (…) Saber que la biología es especialmente buena para convertir dióxido de carbono en productos útiles lo convierte en una buena opción para crear combustible para cohetes.
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Otras posibles soluciones para el viaje a Marte
No hay dudas de que el viaje hasta Marte tiene riesgos bastante elevados. Afortunadamente, los microbios modificados genéticamente no son la única alternativa para hacer posible esta hazaña. De hecho, también se trabaja en MOXIE, un pequeño aparato que ya ha sido capaz de extraer oxígeno de la atmósfera del planeta rojo. En opinión de los especialistas, el oxígeno extraído con MOXIE, mezclado con otros tipos de combustible servirá para que los cohetes puedan salir de Marte.
Por otro lado, también se considera como una opción viable crear metano para utilizarlo como combustible. Para ello, utilizarán la reacción de Sabatier para combinar el hidrógeno con el dióxido de carbono de Marte. Para este proceso se amerita contar con hidrógeno y oxígeno que obtendrán de la electrólisis del agua congelada de Marte.
Hay variedad de estrategias para el viaje al planeta rojo. Pero todas las posibilidades parecen tener un punto en común: usar recursos locales. En otras palabras, buscar cómo generar combustible y oxígeno con el agua congelada de Marte, su atmósfera, que apropiadamente está compuesta en un 95 % de dióxido de carbono e, incluso, su aridez puede ser crucial para tener colonias humanas en el planeta.
En definitiva, la llegada de los humanos a Marte es uno de los desafíos más audaces. ¿Será algo que se logrará en las próximas décadas?
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