La idea de la terraformación ha despertado un interés increíble, los investigadores buscan mejores formas de colonizar otros planetas como Marte, Venus, Saturno e, incluso, los exoplanetas podrían ser los próximos hogares de los humanos. Pero ¿poblar otros planetas del Sistema Solar es solo una hipótesis o dentro de unos años se convertirá en una realidad?, ¿en qué momento habitar nuevos planetas dejó de convertirse en un tema de ciencia ficción para ser un objetivo científico?
En este artículo de Futuro Eléctrico abordaremos si la evidencia actual apunta a que es viable la terraformación de todos estos planetas o si, por el contrario, tan solo se trata de una utopía. De momento, lo cierto es que el terreno de la exploración espacial busca ir más allá de los límites conocidos y develar los secretos del universo conjuntamente con poblar nuevos planetas, esto parece ser los últimos propósitos.
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¿Qué es la terraformación de un planeta?
La terraformación se define como la idea de poblar, habitar o crear colonias humanas en otros planetas. En ese sentido, comprende la intervención de un planeta, satélite natural u otro cuerpo celeste para recrear en este las condiciones óptimas para la vida terrestre. Por ello, cuando se analizan las características de otros planetas también se intenta buscar similitudes con las condiciones propias de la Tierra.
Para que la terraformación de un planeta se lleve a cabo es necesario que cuente con la atmósfera y temperatura adecuada, de manera que la vida de los seres humanos no peligre. Asimismo, un planeta debe contar con agua líquida, abundante y tan potable como sea posible. Pero encontrar todas estas características en un planeta es extremadamente complicado, además de que requiere de una inversión económica exorbitante.
Por lo anterior es que la terraformación aún tiene un largo tramo por recorrer y es posible que no se realice de manera efectiva sino dentro de los próximos cinco siglos. Es probable que las generaciones humanas que actualmente habitan la tierra no vean estos nuevos escenarios para la vida. Serán nuestros descendientes quienes viajarán al espacio y conquistarán nuevos planetas.
La idea de colonizar otros planetas como un hecho científico surgió desde 1961, aproximadamente. Sin embargo, formalmente el término se usó por primera vez en 1979, cuando el escritor e ingeniero de la NASA James Oberg organizó el Primer Coloquio sobre Terraformación.
En 1982 el término terraformación estuvo presente en el título de una revista, en el Journal of the British Interplanetary Society, específicamente. Fue una muestra de que la terraformación era un concepto aceptado por la comunidad científica espacial. Desde 1991 esta palabra empezó a formar parte de la jerga espacial y ahora es un término aceptado y ampliamente utilizado.
Terraformación de Marte
El planeta rojo, Marte, a lo largo de los años ha tenido atención, debido a que todo parece indicar que es el candidato más apto para tener colonias humanas. De esta manera, países desarrollados como Estados Unidos y China están intentando pisar en los próximos años Marte.
Al respecto, en mayo del 2020, China logró aterrizar el Tianwen-1. Estamos hablando de la primera misión de la historia que combina el viaje, la entrada en órbita y el descenso en una sola misión. Sin duda, China no levanta gran revuelo con sus noticias acerca de la exploración de Marte, no obstante, es un competidor fuerte para Estados Unidos y sus planes son tan ambiciosos como los de SpaceX.
Ahora bien, la terraformación de Marte tiene inconveniente que guarda relación con la forma en la que regresarían a la Tierra los posibles colonos o, al menos, la primera misión tripulada. Sin embargo, una reciente investigación sobre microbios modificados reveló que estos podrían tener un doble propósito: por un lado, crear el combustible necesario para el vuelo de las naves espaciales; por otro lado, pueden contribuir a crear condiciones para generar oxígeno.
¿Cuál es la mejor manera de terraformar a Marte?
Hasta ahora las misiones pasadas y presentes a Marte han permitido saber que este planeta tiene una atmósfera densa compuesta principalmente por dióxido de carbono y algunos gases de efecto invernadero. También posee cantidades pequeñas de agua congelada, metano y oxígeno.
Por ello, para terraformar Marte de forma efectiva es necesario construir la atmósfera y calentarla. Pero, sin importar cuál sea la técnica que se aplique (como detonar armas nucleares en las regiones polares), se necesita que sea a gran escala durante un tiempo indefinido para conseguir cambios sostenibles. Es decir, la terraformación de Marte no es algo que sucederá en las próximas décadas.
Se espera que las nuevas misiones al planeta rojo ayuden a encontrar novedosas respuestas y maneras efectivas de crear colonias humanas en Marte. Para el 2022 aterrizará en Marte el Cargo Missions de SpaceX, un vehículo reutilizable de transporte de carga y pasajeros de larga duración, capaz de aprovechar los recursos de Marte para recargarse en la superficie.
Asimismo, ese mismo año despegará de la Tierra directo hasta Marte la misión Rosalind Franklin. Su meta es investigar cómo el agua y el ambiente marciano varían con el tiempo. Del mismo modo, buscarán evidencias de vida pasadas o presentes y estudiarán las trazas de gases existentes.
La llegada a Marte parece ser una cuestión inminente. ¿Cómo regirán las leyes en Marte? ¿Quién tendrá el control de las colonias humanas?
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Terraformación de Venus
La científica de la Universidad de Cardiff, Jane Greaves, y su equipo, hicieron un descubrimiento que ha puesto a Venus en el centro de atención. Este planeta durante mucho tiempo pasó desapercibido y estuvo lejos de los intereses de la exploración espacial. Sin embargo, este grupo de investigadores encontraron indicios de vida en Venus.
Ellos hallaron rastros de fosfina que se identificaron en las nubes del planeta. Hay dos formas de que la fosfina se produzca en la Tierra: por microbios o la acción del hombre a través de la industria, así que es altamente probable que la presencia de este gas indique actividad vital, bien sea natural o biológica.
La posibilidad de que haya condiciones favorables para otras formas de vida en Venus hace que haya una oleada de recargadas inclinaciones por lanzar misiones a Venus. ¿Todo es tan idílico como suena? No. Países como India y Rusia mostraron interés por estudiar la química atmosférica de Venus. Pero hay que esperar como mínimo hasta 2026, que es cuando el planeta se encuentra más cerca de la Tierra.
Métodos propuestos para terraformar Venus
Para que la terraformación de Venus, el más caliente del Sistema Solar, sea posible es necesario reducir la presión del planeta de unos 9 MPa; eliminar la mayoría del dióxido de carbono de la atmósfera del planeta y disminuir la temperatura de la superficie que es de 737 K. Para lograrlo existen varios métodos hipotéticos.
Una de ellas es enfriar el planeta con un parasol ubicado en el punto lagrangiano interno (L1) o en un anillo orbitando el planeta. También se ha barajado la posibilidad de construir reflectores en la atmósfera o en la superficie que generen sombra en Venus.
Para la terraformación de Venus se amerita modificar completamente su atmósfera, lo que podría lograrse al bombardear al planeta con hidrógeno. Esto al reaccionar con el dióxido de carbono podría producirse grafito y agua. De igual forma, otro de los métodos es lanzar magnesio refinado y calcio metal (de Mercurio) para atrapar el dióxido de carbono en forma de carbonato cálcico y carbonato magnésico.
La vuelta a Venus
En la actualidad sabemos que Venus es uno de los planetas más calientes, pero se cree que otrora pudo tener océanos con agua líquida muy similares a los de la Tierra y reunir condiciones para la vida. Para saber qué pasó y por qué sus condiciones cambiaron tan dramáticamente la Agencia Espacial estadounidense espera lanzar las misiones Davinci y Veritas.
La primera investigará en profundidad la atmósfera de Venus para intentar comprender su evolución; la segunda, Veritas, orbitará y explorará el planeta para crear un mapa completo en 3D. Entre el año 2028 y el 2030 está prevista la vuelta de la humanidad a Venus, treinta años después del lanzamiento de la sonda Magellan.
Terraformación de Saturno
Jonathan Jiang y su equipo de Jet Propulsion Laboratory en California desarrollaron el estudio Evitar el gran filtro: un marco de tiempo proyectado para la expansión humana fuera del mundo, donde expresan que en la década del 2080 es cuando el ser humano podrá tener acceso completo a Saturno y sus lunas. En otras palabras, si la idea de la terraformación de Marte parece lejana (en 17 años de acuerdo a este mismo estudio), la de terraformar Saturno suena demasiado futurista.
¿Qué es lo que hace que llegar a Saturno sea tan complicado para la humanidad? Pues que de sus cielos llueven metano y etano que fluyen en mares de hidrocarburos. Por si fuera poco, su temperatura llega a casi -300° Fahrenheit. Pero podría haber un escenario un poco más favorable para terraformar Saturno: Titán de Saturno, una de sus lunas
Titán tiene una atmósfera de nitrógeno un 50 % más gruesa que la de la Tierra. Es el único otro cuerpo en el sistema solar con líquido en la superficie (lagos de metano y etano). Además, gracias a su gruesa atmósfera, los residentes no necesitarían trajes de presión para soportar las bajas temperaturas, unos -180 ° C (-291 ° F). El agua congelada, justo debajo de la superficie, podría utilizarse para proporcionar el oxígeno para la respiración.
Adicionalmente, los hidrocarburos en forma sólida y líquida pueden servir como combustible. Parece que las condiciones están dadas para la terraformación de Saturno, sin embargo, no deja de ser una hipótesis que carece de validez científica. También hay que superar un enorme obstáculo: el viaje a Saturno. Con la tecnología actual, llegar a este planeta tomará cerca de siete años.
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Terraformar Júpiter
No todos los planetas que constituyen el Planeta Solar podrán ser terraformados. Uno de ellos es Júpiter que es gaseoso. En palabras más sencillas, Júpiter está compuesto por gases, principalmente hidrógeno y helio. El problema es que a medida que te adentras en el gas que lo compone, la presión se hace más y más fuerte hasta llegar al hidrógeno metálico líquido. Lo que pasará luego de atravesar esta capa de hidrógeno líquido es totalmente impredecible.
Otro inconveniente son las distancias a las que se encuentra Júpiter con respecto a la Tierra. ¿No hay esperanzas, entonces? ¿Es Júpiter totalmente inhóspito? Pues, aún hay una esperanza, increíblemente baja: si se llega a su centro rocoso con éxito pudiese ser que se descubran condiciones aptas para la vida. Reiteramos, estamos hablando de una posibilidad megaremota y aún queda resolver cómo quitar el 95% de la masa del planeta.
Descubrimientos sobre Júpiter
El hecho de que la terraformación de Júpiter sea improbable no significa que no haya motivación científica para estudiarlo a profundidad. Al respecto, un equipo de investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA sostuvo que para el siglo 22 se podrían concretar los primeros viajes a las lunas de Júpiter.
También en este año se han dado importantes hallazgos sobre este planeta. Por ejemplo, la sonda Juno de la NASA arrojó una imagen sobre cómo se dan procesos invisibles bajo de las nubes de Júpiter. Lo que ha permitido sondear la estructura de sus numerosas tormentas de vórtice.
Las conclusiones señalan que estas tormentas se extienden 100 kilómetros por debajo de las nubes y otras, incluida la Gran Mancha Roja, se extienden a más de 350 kilómetros, es decir, son muchísimo más grande de lo esperando. Además, los ciclones son más cálidos en la parte superior y más fríos en la parte inferior.
¿Dejará Júpiter de ser un lugar poco amigable con la humanidad? ¿La humanidad podrá colonizar Júpiter? Por ahora, solo nos queda hacernos interrogantes y la verdad sobre esto solo será conocida por nuestros descendientes en cientos de años.
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Terraformar Mercurio
La terraformación de Mercurio se podría decir que es un poco polémica. Algunos señalan que en los extremos polares podrían estar reunidas las condiciones para crear colonias. Sin embargo, otros aseguran que Mercurio, al igual que Júpiter, es improbable que albergue vida humana, por su cercanía al Sol, también está lejos de la zona del agua.
Todo sobre Mercurio indica que será extremadamente difícil poblarlo con humanos. No solo está el hecho de los inclementes rayos UV que azotan al planeta, sino que se debe considerar que los rayos gamma entran directamente a la atmósfera. Los frecuentes impactos de asteroides de igual manera representan un peligro de muerte inminente para los seres vivos que estén en Mercurio.
Terraformación de la Luna
La terraformación de la Luna parece ser una meta un tanto más posible. Las numerosas misiones que se han llevado allí y que ha permitido conocer su composición; hechos más recientes como que China logró hacer germinar una planta en la parte oscura de la Luna (murió a los dos días), permiten que se vea a este satélite natural como un terreno conocido para el hombre.
Una terraformación de la Luna podría crear condiciones climáticas ideales para el ser humano. Se cree que tendría un clima bastante similar al de Florida. Según Gregory Benford, doctor en física por la universidad de California y profesor de astrofísica en el Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de California, para que la atmósfera sea mucho más óptima se podría bombardear con cometas gigantescos que exploten y entren en forma de pequeños fragmentos en la cruda atmósfera.
Por otro lado, la terraformación de la Luna podría transformase en una paraterraformación. ¿Qué quiere decir esto? Que se pueden construir ciudades domóticas similares a los invernaderos con una especie de atmósfera dentro y varias particiones por seguridad.
Por su parte, la humanidad podría asentarse en la Luna por tiempo indefinido antes del 2030. El propio director de la NASA, Jim Bridenstine, afirmó que:
No vamos a volver a la Luna para dejar banderas y huellas y no regresar durante 50 años. Iremos de manera sostenible, para quedarnos con landers, robots, sondas y humanos.
El plan para conquistar la Luna será el siguiente:
Contar con un módulo de aterrizaje en 2024.
Tener una estación espacial como la de la Tierra, pero orbitando la Luna en 2026.
Pisar la Luna de manera definitiva en 2028.
Para ti:
Terraformar el Sol
William Herschel, el astrónomo que descubrió Urano, fue un fiel creyente de que el Sol albergaba vida. Creía en la formación de nubes, era un acérrimo defensor de que en el Sol en vez de llover agua, llovía luz. Atribuía su luminosidad a las condiciones de la atmósfera. Para Herschel, que hubiese vida en el Sol era algo con una implicación fuertemente filosófica. Sin embargo, otros científicos de la Antigüedad, de igual manera, creyeron que el Sol sí podría tener seres vivos adaptados a estas condiciones.
Hoy en día se sabe que no hay vida en el Sol y la terraformación de este solo será posible en cómics o libros de ciencia ficción. Esto se debe a que es demasiado caliente como para poseer alguna forma de vida.
Sugerido:
Palabras finales
Si los humanos llegasen a estos planetas es posible que experimenten una «terratransformación». De manera que se tendrán que adaptar a las nuevas circunstancias atmosféricas en cuanto a apariencia física. No es descartable que su biología cambie y los impactos que se tendrán a nivel físico y emocional por este cambio tan drástico son meras conjeturas, pero no deja de ser una posibilidad. ¿Y es que al final de cuentas colonizar otros planetas no lleva consigo implícito una necesidad de evolucionar?
En definitiva, colonizar Marte, la Luna, Júpiter y otros planetas pertenece al futuro. Sin embargo, hay avances espaciales que no dejan de ser emocionantes y que nos acercan cada vez más a la grandeza del cosmos. Estamos hablando, por supuesto, de los viajes espaciales turísticos y de hallazgos como una probable reproducción en el espacio.
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