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Cómo y dónde contratar el mejor reportaje videográfico con dron para el día de tu boda

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Te contamos de primera mano consejos importantes que nadie te cuenta para contratar el mejor reportaje videográfico con dron para el día de tu boda.

Los drones están de moda. Es un hecho tan irrefutable como que el agua moja o que por la noche refresca. De la misma manera, está de moda hacer las bodas de nuestros sueños por todo lo alto y querer capturar estos momentos de la mejor forma: un todo incluido para poder revivir el día de la forma más emocionante una y otra vez y compartirlo con todos los que nos importan.

Como resultado, en los últimos años hemos vivido una revolución en lo que podemos encontrar en cuanto a servicios de fotografía y vídeo para bodas: contamos con equipos mucho más sofisticados a nuestra disposición, la plantilla de empresas que los ofrecen se componen de miembros cada vez más jóvenes y entusiastas, y se muestra una clara tendencia a hacer vídeos mucho más cinematográficos, donde el videógrafo de bodas se centrará en transmitir con fidelidad las emociones vividas durante los mejores momentos, dejando un poco de lado la labor de documentar de principio a fin la duración completa de la ceremonia y su posterior celebración.

Si juntas estas dos circunstancias, tendrás como resultado la realidad en la que vivimos muchos pilotos de drones: los servicios de vídeo para bodas  usan cada vez con mayor frecuencia tomas con drones y su demanda no para de crecer. Sin embargo, es un mundo bastante nuevo y obviamente no todas las parejas que contraen matrimonio conocen todos los pormenores de la contratación de un servicio de vídeo con dron y sus peculiaridades, que como vamos a ver son bastantes. Para evitar sorpresas, en este artículo daremos algunas claves para que si contratas este tipo de servicios no te lleves ningún disgusto, sepas exactamente qué puedes esperar y que salga todo tal y como esperas.

1-El tipo de vídeo que se puede obtener con un dron (planos largos) vs. precio

Antes de nada, toca hablar de qué cabe esperar como resultado de un vídeo con dron. ¿Por qué? Aún hoy nosotros estamos acostumbrados a recibir peticiones para cubrir el 100% de una boda con dron, donde éste va a ser la única cámara. Se nos vienen a la cabeza muchos problemas técnicos, legales y de seguridad al respecto: no está permitido sobrevolar personas, la batería media de un dron dura entre 20 y 30 minutos por lo que compromete la posibilidad de capturar todos los momentos importantes, el ejercicio de pilotaje continuado a lo largo de una jornada es tremendamente extenuante y poco seguro para el piloto y quienes lo rodean… Y sin embargo, lo más relevante es que aunque ninguno de estos inconvenientes existiera, narrativamente grabar una boda de forma íntegra con dron nunca va a dar un buen resultado.

¿Por qué? Pensemos en las películas que conocemos y veamos cómo están hechas: El Diario de Noah, Titanic, Ghost, Casablanca… Todas ellas son ejemplos maravillosos de lo que el género romántico en el cine puede ofrecer. ¿Alguien puede imaginarse alguna de ellas grabada íntegramente con planos aéreos? ¿Os imagináis a Patrick Schwaize rodeando con los brazos a Demi Moore en la escena de la arcilla… grabados con un dron desde la ventana? ¿O a Humpfrey Bogart robar un beso a Ingrid Bergman desde las alturas? Llévalo a tu boda: ¿grabarías el momento de los anillos con un dron? ¿Vuestro primer beso de casados? Obviamente todo es posible, pero el resultado habría sido claramente desastroso. Para contar una historia a través de un vídeo hace falta emplear todos los recursos del lenguaje audiovisual: primeros planos, planos-contraplano, two-shots, planos medios, recursos, planos generales… El dron y los planos aéreos tienen su sentido y su espacio legítimo dentro de todo este lenguaje audiovisual, que es el de desvelar parajes espectaculares, introducir nuevas escenas y localizaciones, o situar a los personajes y sus grandes acciones en el espacio. En general, el mayor partido de un dron se obtiene cuando sirve para contextualizar dónde y cómo ocurre todo.

Limitarse a grabar todas las emociones de algo tan único y especial como una boda con únicamente un dron es un error en el que no debemos caer. ¿Dónde nos deja esto? Es duro decirlo, y más para nosotros que nos dedicamos a ello, pero el dron en un vídeo de boda no debe ser el elemento principal, sino el accesorio que contextualice y dé emoción a determinados momentos del vídeo. Es un recurso, un apoyo, no una herramienta para todo. Esto es un problema porque los servicios de vídeo con dron no son baratos: estás contratando a un profesional que paga su equipo, sus estudios y formación, realiza los trámites legales para asegurarte a ti como consumidor que está capacitado para hacer su trabajo con seguridad; para que te acompañe a lo largo de todo un día y esté siempre prevenido para lanzar el dron y capturar el momento perfecto: todo esto para que en el montaje final, si la pieza está bien editada, sólo haya unos cuantos planos hechos con el dron.

Esto no quiere decir en absoluto que contratar vídeo con dron para tu boda no valga la pena: sin duda tener planos aéreos de tu día hace que la impresión del vídeo sea todavía más espectacular. Es la deliciosa guinda que remata el pastel que es el vídeo de bodas, y sin duda algunos de los mejores planos del vídeo serán del dron. Al fin y al cabo, la finca y el entorno juegan un papel súper importante en toda boda. Hay momentos que sin duda ganan muchísimo apoyados por un dron: la llegada de los novios, la apertura de la comida o cena cuando es al aire libre, la sesión de fotos antes del cóctel… Yo a título personal no me imagino mi boda sin un dron. Simplemente, cuando contrates un dron para tu boda, deberás tener en cuenta el partido que se le sacará a esas imágenes.

2-Con quién contratar el dron para tu boda:

Este punto es clave, ya que a día de hoy son muchas empresas de vídeo de bodas que ofrecen en su carta de servicios la posibilidad de hacer planos con dron. Esto no es malo de por sí, pero recordemos que elegir a la empresa y piloto correctos es esencial para obtener el mejor resultado y no llevarse sorpresas. Si contratas tu dron directamente a través de estas empresas pueden pasar alguna de estas cosas:

  1. Son los propios videógrafos de la empresa los que se han hecho con un dron y lo vuelan sin la garantía de resultados, el material y la experiencia que puede ofrecer un piloto que se ha certificado y formado como tal y cuya actividad principal es el vuelo de drones de forma profesional. Además, volar sin cumplir todos los requisitos legales puede ser castigado con severidad, aunque este punto no es tan clave de cara al consumidor.

  2. -La empresa subcontrata el servicio a terceros pilotos. Esto encarece el servicio al ejercer de intermediarios. Además, como consumidor al ver los vídeos de boda producidos por ellos no puedes tener la certeza de que el piloto, las técnicas y la calidad general del servicio de dron sean consistente con el material que puedes ver en su portfolio, ya que como empresa es posible que vaya cambiando de proveedores por cuestiones de precio, agenda…

Por supuesto, no tiene por qué pasar necesariamente nada de ésto. Al fin y al cabo hay cientos de empresas dedicadas a vídeo y fotografía de bodas, y muchas de ellas hacen las cosas de manera efectiva, legal y profesional. No obstante, sabemos de facto que no es la forma de operar en muchos de los casos, y sí que puede traer inconvenientes que al final en quien repercuten es en la pareja que los contrata. Existen por el contrario empresas especializadas en vídeo aéreo con muchísimas bodas a sus espaldas que ofrecen todas las garantías y que conocen todas y cada una de las peculiaridades de su oficio, que probablemente resulten más económicas y de mayor calidad que las ofrecidas por empresas de vídeo genéricas.

3- Qué momentos de una boda son mejores para incluir en tu vídeo aéreo:

Una vez ha quedado claro que es un sinsentido cubrir el día entero únicamente con el dron, tenemos que destacar en qué momentos de la boda se puede sacar todo el rendimiento al dron, y en cuáles está totalmente desaconsejado:

  1. Preparativos de la boda: bien. Es una buena oportunidad para que el piloto tome en vídeo no sólo planos muy amplios del entorno, sino ciertos detalles de la finca vacía y siendo preparada que te gustará tener en el montaje final.

  2. Maquillaje, traje y vestido de los novios: mal. No hay mucho que desarrollar en este punto por razones obvias.

  3. Llegada a la finca de los invitados y de los novios: genial. Sobretodo si los invitados llegan en autobús, por ejemplo, es una manera muy épica y grandiosa de tener el recuerdo para siempre. Si los novios se han casado en una iglesia y llegan a la finca en coche, es otro plano muy valioso en el vídeo de bodas.

  4. Entrada y salida de la ceremonia: bien. Siempre que la ceremonia sea al aire libre en una finca, por supuesto. Ver a los novios llegar por separado al altar y después salir juntos son momentos muy bonitos, que en una edición agradecen enormemente haber sido grabados con dron.

  5. Ceremonia: mal. Aparte de que los momentos más emotivos no pueden plasmarse con el dron, es un incordio tanto para los invitados como para los novios y quien oficia el casamiento que haya de fondo el ruido de una cámara aérea. Los momentos son para disfrutarlos, y nosotros nunca recomendamos grabar la ceremonia con dron. En todo caso, podríamos recomendar pedir al piloto que grabe algún plano muy muy lejano para contextualizar la ceremonia sin molestar a los novios y a los invitados.

  6. Sesión de fotos: genial. Tras la ceremonia, y antes de que los novios abran el cóctel, los fotógrafos y videógrafos suelen aprovechar para llevarse a la pareja a alguna zona bonita y hacer las fotos de recién casados con intimidad y tranquilidad. Este es un momento en el que el dron brilla, ya que otorga mayor libertad creativa al piloto (al igual que a los fotógrafos y videógrafos). No obstante, ten en cuenta que si no das a tu piloto unos pocos minutos para volar a vuestro alrededor y grabaros solos, sino que le toca grabar mientras el fotógrafo y el videógrafo también lo hacen, en tus planos de dron no podrás librarte de ellos. Asegúrate de comentárselo para que todo esté bien coordinado y todos hagan correctamente su trabajo.

  7. Cóctel: bien. Será la primera ocasión de ver la finca llena de tus seres queridos felices y en su máximo esplendor.

  8. Entrada a la comida/cena: bien. Siempre y cuando sea en exteriores y aún de día, da para muchos planos maravillosos que introduzcan vuestra entrada.

  9. Comida/cena: mal. No es tan crítico como la ceremonia, pero cien, doscientas o cuatrocientas personas comiendo no es la imagen aérea más excitante.

  10. Baile: bien. Si es de día, podrás tener escenas divertidas de la celebración.

4- Comunicación, comunicación, comunicación.

Ya tenemos claro qué esperar de los planos de dron en nuestra boda, los pros e inconvenientes de con quién contratarlos, y qué momentos son más oportunos para que el dron los grabe. Ahora bien, es importante comprender cómo trabaja un piloto de drones durante la boda para asegurarnos de que no les entorpecemos el trabajo.

Los videógrafos y los fotógrafos tienden a separarse más bien poco de la pareja; es normal, les están grabando. El piloto de drones tiene que estar físicamente alejado de la acción para poder despegar y aterrizar el dron en una zona segura y sin gente y desde ahí operarlo, así que o contratas a una empresa que cuente con un auxiliar que informe en tiempo real al piloto de lo que está sucediendo, o asegúrate de que los que participan en la boda (wedding planners, responsables de la finca, fotógrafos…) se comuniquen con el piloto en persona o por teléfono para hacerle saber lo que está ocurriendo. Uno de los casos más claros, por ejemplo, es la llegada de los novios en coche a la finca.

Imaginemos que la llegada a la finca está prevista para las 17:30. El piloto no puede levantar el dron una vez llegue el coche, porque en los segundos que el dron se alza, el momento ya se habrá pasado, así que por prudencia, el piloto debería tener el dron prevenido en el aire diez minutos antes de la hora prevista. Si el coche se retrasa otros diez minutos o más, el dron llevará veinte minutos en el aire y necesitará cambiar sus baterías, arriesgándonos a perder precisamente el momento clave. No sólo eso, sino que la gestión de baterías es un trabajo complejo ya que éstas se cargan muy lentamente y por seguridad no se deberían poner a cargar inmediatamente después de aterrizar la aeronave. Empezar agotando innecesariamente una batería supone arrastrar para más adelante un problema.

Lo peor es que este problema cuando no hay comunicación se replica en todos y cada uno de los momentos importantes de la boda que ya hemos citado: la llegada de los novios, las salidas o entradas de ellos, la apertura del baile… Si contratras un dron para tu boda, asegúrate de notificar a los responsables que han de dar la información más precisa posible al piloto para tener la certeza de que todo se graba como quieres.

Siguiendo con el tema de la comunicación, es por supuesto vital que el videógrafo sepa que un piloto va a grabar planos con dron que luego tendrá que editar con su propio material, así como que tengan sus respectivos contactos para que el piloto pueda amoldarse a configuraciones técnicas de la cámara y el estilo de cada videógrafo.

También deberás notificar a la finca con antelación, ya que aún hoy todavía hay dueños que no quieren que se grabe con dron en sus fincas.

Por último, facilitar al piloto toda la información de horarios así como detalles y peculiaridades de la finca de antemano es un plus a la hora de ir sobre seguros.

5-Trabajos alternativos al vídeo de bodas con dron

Hemos visto que hay muchos factores que considerar para que un vídeo con dron de tu boda sea excelente. Pero por otra parte, hay otros usos que se le pueden dar a los drones en una boda donde es más fácil sacarles mayor partido: hablo de las grabaciones en las que el componente del directo y del momento, la coordinación con el equipo y sobretodo las restricciones de un espacio concreto no son tan limitantes: las sesiones de preboda, postboda y save the dates, que dan la oportunidad de explotar la creatividad de los videógrafos y de exprimir cada recurso en un ambiente más amigable.

Así que si quieres contar con un dron en tu boda pero toda esta información te echa para atrás, tal vez quieras considerar incluir el dron en una sesión al margen, donde poder aprovechar la intimidad de la pareja y lugares realmente espectaculares para grabaros a vosotros mismos tal y como sois, y tener un precioso recuerdo con resultados de cine 😉

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