La bioinformática o biología computacional es una disciplina desconocida para muchos, pero es fundamental si queremos vivir más tiempo y superar enfermedades como el cáncer. Conviene recordar que todos los libros del planeta entrarían en un mota de ADN y no se conoce un método más óptimo para guardar información. Una definición a grandes rasgos sería la utilización de herramientas informáticas y de programación, para luchar contra enfermedades como el cáncer de un modo personalizado. Ya que el cáncer es tan letal, debido a que no siempre se comporta de la misma manera.
Se requieren conocimientos de programación, bases de datos, genética, biología molecular, bioquímica, estadística y matemáticas para llevar a cabo este tipo de programas. Los principales esfuerzos de investigación en estos campos incluyen el alineamiento de secuencias, la predicción de genes, montaje del genoma, predicción de estructura de proteínas, predicción de la expresión génica, interacciones proteína-proteína y modelado de la evolución tumoral.
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De este modo los científicos expertos en bioinformática son capaces, entre otras cosas, de secuenciar el genoma de un tumor, pudiendo identificar todas las mutaciones que tienen estas células. Siendo capaces de conocer que mutaciones son claves para el desarrollo tumoral y que genes pueden estar involucrados en esa alteración. Teniendo como objetivo último, tener la capacidad de leer el código genético y ser capaz de interpretarlo para curar o adelantarse a enfermedades.
Una vez hallado el gen problemático, ¿cómo curo la enfermedad?
Aquí entra en juego el famoso CRISPR, el cual ahora mismo están en guerra de patentes entre EEUU y China, debido a que el que consiga desarrollar la técnica antes, repercutirá enormemente en la economía de los países, ya que se considera una tecnología completamente disruptiva.
La tecnología CRISPR ofrece la capacidad de modificar o corregir directamente los cambios asociados a la enfermedad subyacente en el genoma, y tiene un gran potencial en medicina, agricultura, farmacia, alimentación o medio ambiente.
El momento de la bioinformática
La bioinformática se esta desarrollando cada vez más debido en gran parte a la disminución de los precios para secuenciar ADN. La primera versión del genoma humano costó 100 millones de dolares, procesado con ordenadores de 15 millones de dolares. Hoy puedes conseguir la misma potencia de cálculo con 100 euros y secuenciar un genoma completo ahora cuesta menos de 1000 euros.
Pudiéndose en un futuro, analizar el genoma de una persona y conocer que debilidades tiene su código genético y que enfermedades es más propensa a sufrir a lo largo de su vida.
Y esto no queda aquí, según Craig Vender, fundador de Celera Genomics y el primero en descifrar la secuencia completa de un organismo vivo, afirma que las vacunas se podrán descargar de Internet, a través de un dispositivo junto a tu ordenador.
El proceso consiste en enviar el código informático por Internet, por ejemplo, en correo electrónico. Luego, el receptor deberá tener una máquina que puede recoger ese código y recrear una vacuna, una célula, un virus, un medicamento, una proteína, etc. Esto será muy útil para mandar alimentos o medicinas a otros planetas.
Bioinformática en países de habla hispana
El mundo hispano en general esta muy bien posicionado en esta materia, en concreto, Cataluña y Argentina tienen grandes profesionales en este campo, siendo Núria López Bigas una de las mayores expertas en bioinformática del mundo.
Inversión privada en bioinformática
En palabras de Steve Jobs, “I think the biggest innovations of the 21st century will be at the intersection of biology and technology. A new era is beginning”. Esta afirmación es compartida por otros importantes directivos de empresas del campo de las TIC, como son Bill Gates, fundador de Microsoft, que está destinando una gran parte de su fortuna al desarrollo de tecnologías que puedan luchar contra las enfermedades en el mundo desarrollado.
Otros como Elon Musk y su empresa Neuralink, buscarán tratar enfermedades con su desarrollo tecnológico y además apuestan por la unión del cerebro con chips para aumentar su inteligencia y capacidad. De igual modo, Facebook ha estado contratando neurocientíficos e “ingenieros para interfaces cerebro-ordenador”. Otro ejemplo es DARPA, la agencia de proyectos de investigación avanzada de defensa de los Estados Unidos, que ha invertido 80 millones de dólares para desarrollar en 4 años tecnología neuronal implantable.
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Todo esto parece mentira y de película de ciencia ficción, pero, ¿cómo reaccionarían las personas de hace 100 años si les hubiéramos hablado de Internet?, una red capaz de unir y almacenar todo de manera invisible. Puedes ver otro interesante articulo sobre avances tecnológicos futuros aquí.
No parece accidental que estos empresarios, conocidos por sus visionarias y exitosas ideas hayan puesto el foco de atención en el área de la Bioinformática. Cuéntanos que te parece la mezcla biología-tecnología y como crees que se desarrollará con el tiempo.
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