Uno de los mayores retos a los que se va a enfrentar el ser humano en las próximas décadas es la transición global hacia fuentes de energías renovables limpias. Y es que cada vez son más los científicos y organizaciones que advierten de que estamos llegando a un punto de no retorno en el calentamiento global de nuestro planeta. La cuestión es que ya conocemos diversos tipos de energías renovables que no contaminan, pero la inversión económica que requerirá esta transición está alargando el debate y la inacción por parte de gobiernos y organizaciones internacionales.
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La importancia de las energías renovables
En el debate sobre el calentamiento global ya (casi) nadie duda de que el ser humano tiene un impacto protagonista y si no se toman las medidas necesarias para pararlo nos veremos abocados a un ciento de calamidades: sequías, lluvias torrenciales, disminución en la producción de alimentos, extinción masiva de especies animales, inundación de zonas costeras etc… Así lo advertía la ONU en su informe presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC).
Para frenar el calentamiento global se deben tomar medidas sin precedentes a nivel social y global. Algunas de ellas pasan por multiplicar la inversión tecnológica en el sector, conseguir transporte, edificios e industria energéticamente más eficientes, limitar la producción de gases contaminantes, encontrar tecnologías para capturar estos gases y por supuesto conseguir un consumo energético sostenible por medio de energías renovables no contaminantes.
Precisamente de este último punto vamos a hablar en este artículo. Queremos ahondar en los tipos de energías renovables existentes, en su funcionamiento, sus características, así como las ventajas y desventajas de las energías limpias. Tener una imagen clara de qué son las energías renovables y cómo podemos sacarles más partido es de vital importancia para nuestro futuro.
¿Qué son las energías renovables?
Las energías renovables son aquellas que se obtienen de fuentes inagotables o con capacidad de regenerarse a gran velocidad en una escala temporal humana. Se considera que las energías renovables no pueden ser agotadas y que tienen un impacto medioambiental inferior al de las fuentes no renovables tradicionales.
Efectivamente, si has sabido leer entre líneas te habrás dado cuenta de que energía renovable no es un sinónimo exacto de energía no contaminante. Algunas de estas fuentes de energía como la solar o la eólica son fuentes no contaminantes, pero por ejemplo la biomasa sí que genera emisiones contaminantes.
De hecho, hay un debate constante sobre si deberían considerarse energías renovables únicamente a aquellas fuentes de energía que no generen emisiones contaminantes y que a su vez no requieran recursos limitados para su generación. Los biocombustibles y la biomasa en ocasiones compiten por terreno que podría ser utilizado para el cultivo de alimentos, emiten polución cuando se queman y a su vez pueden requerir grandes cantidades de agua. ¿Deberíamos incluirlos en un listado de tipos de energías renovables?
Tipos de energías renovables
Energía solar
La energía solar es un tipo de energía renovable que se obtiene de la radiación de luz y calor del Sol. Es decir, la radiación electromagnética que emite el Sol es la que se capta a través de diferentes métodos para transformarla posteriormente en energía térmica o electricidad.
Como el Sol es una fuente de energía inagotable (en una escala de tiempo humana) se considera una energía renovable. Además, como su captación y transformación a energía eléctrica no emite residuos se le cataloga como una energía limpia.
La energía solar está llamada a ser una de las principales soluciones energéticas al cambio climático. Es una fuente global ya que a excepción de algunas zonas del planeta en las que hay pocas horas de luz, en el resto es fácil de obtener. Los avances tecnológicos constantes hacen que la eficiencia en la captación de esta energía cada vez es mayor y a su vez más asequible. Además, se puede obtener a nivel local, sin grandes instalaciones y sin inversiones en centrales solares. Esto ayuda a que también pueda ser adoptada en países con economías en desarrollo y que además pueda llegar a más rincones del planeta.
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Energía eólica
La energía eólica es aquella que se obtiene gracias a la energía cinética del viento, es decir, para aprovechar la energía eólica lo que hacemos es convertir el movimiento del viento en otras formas de energía con más utilidades, principalmente: energía eléctrica.
Habitualmente la tecnología que se utiliza para transformar la energía eólica en energía eléctrica son los aerogeneradores, comúnmente denominados molinos eólicos, que podemos encontrar tanto en tierra firme como en el mar, de forma doméstica o en parques eólicos.
La energía eólica se considera un recurso renovable, abundante y limpio ya que ni en la captación, ni en la transformación, se emite polución a la atmósfera. Además, al igual que ocurre con la energía solar, se trata de un recurso global y en menor medida predecible (se puede calcular la producción anual de energía eléctrica a través de energía eólica con bastante precisión).
Existen principalmente dos aspectos de la energía eólica que generan controversia y los dos tienen que ver con el actual modo de captarla: los aerogeneradores. Muchas asociaciones ecologistas advierten de que el impacto paisajístico de los molinos eólicos es muy fuerte y, además, se ha comprobado que estos pueden llegar a matar a cientos de aves según la localización en la que se encuentren.
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Energía hidráulica
La energía hidráulica es la que se obtiene de la energía potencial y cinética del agua en corrientes, saltos y presas. La gravedad hace que el agua tienda a generar energía potencial y cinética conforme va bajando desde las zonas más altas de los cauces de los ríos, hasta las más bajas cuando llegan al mar. Es durante este recorrido donde se instalan centrales hidroeléctricas para aprovechar toda esta energía.
Aunque la energía hidráulica no es tan accesible como la solar y la eólica ya que se obtiene principalmente en zonas con desniveles geológicos, cauces de ríos y abundantes lluvias, también es una forma de energía que no emite contaminación a la atmósfera. Actualmente es uno de los tipos de energías renovables que más peso tienen en el mix energético mundial.
En cualquier caso, la energía hidráulica siempre ha estado rodeada de polémica ya que, a pesar de ser una energía limpia, grupos ecologistas y científicos defienden que su impacto ecológico es muy duro para los ecosistemas. Hay que tener en cuenta que para aprovechar la energía hidráulica se construyen grandes presas en los cauces del río que no sólo modifican su caudal, sino que también anegan todo el terreno sobre el que se asienta el pantano.
Lectura recomendada: Ventajas y desventajas de la energía hidráulica | Pros y contras de la renovable más antigua
Energía mareomotriz
La energía mareomotriz es la que se obtiene aprovechando la energía potencial de las mareas para generar electricidad. Los cambios de nivel en el mar provocados por las fuerzas de atracción gravitatorias que ejercen la Luna y el Sol desplazan grandes masas de agua que pueden modificar el nivel del mar en varios metros.
Toda la energía potencial que generan estos cambios de mareas se capta por turbinas que, gracias a un alternador, transforman la energía mecánica en energía eléctrica. Normalmente las turbinas suelen aprovechar la marea en ambos sentidos, cuando hay marea alta y el nivel del agua en la costa sube y viceversa.
Hoy en día la energía mareomotriz sólo representa un pequeño porcentaje dentro del mix de las energías renovables. Los altos costes y el impacto medioambiental han provocado que no haya sido ampliamente aceptada. La parte interesante es que se trata de una tecnología con mucho potencial, ya que debido al avance tecnológico se ha demostrado que se pueden instalar turbinas a un menor coste y en lugares en los que se pensaba que el cambio de nivel en las mareas era insuficiente.
La energía mareomotriz se considera una energía limpia, inagotable y además más predecible que la solar y la eólica ya que no está tan sujeta a condiciones meteorológicas. No es uno de los principales tipos de energías renovables actualmente, pero debido a sus características puede ser el tipo de energía idóneo para determinadas condiciones y lugares del planeta.
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Energía undimotriz
Sin salir del mar y los océanos también podemos hablar de otro de los tipos de energías renovables más desconocidos: la energía undimotriz, que es la energía generada por el movimiento de las olas. Las tecnologías para captar este movimiento existente son diversas, desde boyas y turbinas hasta mayas de presión que se sitúan en el fondo marino.
Se trata de una energía renovable, limpia y con recursos ampliamente extendidos por todo el planeta (zonas costeras con oleaje intenso). De todos modos, la mayoría de proyectos activos que utilizan esta fuente de energía son experimentales o comerciales a muy pequeña escala. Al igual que ocurre con la energía mareomotriz, los costes derivados de trabajar en el mar siempre son más elevados. Además, se considera que el impacto ecológico es mayor que el de otras tecnologías más desarrolladas.
Al tratarse de una energía renovable en la que se lleva relativamente poco tiempo investigando, todavía hay mucho camino por recorrer y es posible que más adelante se encuentren soluciones que tengan todos los requisitos que se le demandan a una energía del futuro.
Energía geotérmica
La energía geotérmica es la energía que se obtiene aprovechando la energía termal que se genera y almacena a en el interior de la tierra y que se transmite hasta la corteza por rocas y fluidos. En el pasado sólo se podía aprovechar la energía geotérmica cuando esta se manifestaba en la superficie de la corteza, pero, con los avances tecnológicos cada vez hay más posibilidades para explotarla.
Es una energía no contaminante y una buena alternativa a las energías fósiles en muchos países con gran actividad geotérmica como es el caso de Islandia. De promedio, por cada kilómetro que nos adentramos en la corteza de la tierra, la temperatura aumenta 35℃, en cambio en Islandia este aumento de temperatura es de 200℃; podemos imaginarnos por qué es tan proclive este país para este tipo de energía.
Existen diferentes formas de transformar la energía geotérmica en energía eléctrica, pero la más habitual consiste en convertir agua en vapor y con la acción del vapor mover turbinas que alimenten alternadores. El principal problema de la energía geotérmica es que para un aprovechamiento eléctrico eficiente se necesitan grandes instalaciones y por lo tanto grandes inversiones. No es viable a día de hoy la obtención de electricidad de forma particular desde esta fuente energética.
Energía de biomasa
La biomasa es un tipo de energía renovable que se obtiene de la combustión de materiales orgánicos que de forma natural han almacenado la energía del Sol en forma de energía química. Es decir, se quema desde desechos de cosechas, madera o estiércol hasta productos más avanzados que se producen específicamente con este fin.
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Es posiblemente uno de los tipos de energías renovables que más controversia suscita ya que para muchos expertos ni siquiera debería ser considerada energía renovable. Y es que aunque en la mayoría de los casos el biocombustible se obtiene de desechos y residuos de otras actividades humanas y por lo tanto su producción no compite en recursos con la producción de alimentos, no siempre es así.
Además, no podemos olvidar que durante la combustión de la biomasa se genera CO2, un gas de efecto invernadero.
El futuro de las energías renovables
Ahora que ya conocemos los principales tipos de energías renovables. ¿Cuáles son las previsiones de implantación futuras? Como ya hemos dicho al principio del artículo, es de primordial importancia que hagamos una transición energética lo más rápida posible. El punto esperanzador es que parece que vamos por el buen camino…
Según un estudio de Bloomber, la inversión en energías renovables limpias está en alza y va a experimentar en los próximos años un crecimiento exponencial a medida que los avances tecnológicos disminuyen el coste y mejoran la eficiencia. De hecho, muchas energías renovables limpias tienen un coste incluso inferior al de las energías fósiles tradicionales en determinados lugares y circunstancias.
Este mismo estudio estima que para el 2050, el 50% de la energía generada en el mundo, vendrá de fuentes de energía renovables. Y más concretamente serán la energía solar y la energía eólica las que lideren este avance inexorable hacia un futuro energéticamente más limpio.
Aunque estas estimaciones son positivas, no podemos relajarnos, debemos seguir apostando por la energía renovable limpia. A pesar de que para el ciudadano de a pie pueda parecer que hay poco que se pueda hacer para acelerar esta transición, la clave está en apoyar aquellas políticas y medidas que la incentiven. ¿Seremos capaces de conseguirlo? ¿Conocías todos estos tipos de energías renovables?
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