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Clases de drones en la nueva normativa europea

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Desde hace un año sabemos que la UE está preparando una legislación común para los drones en todo su territorio y la clasificación de drones en clases es la piedra angular de esta nueva normativa. Si bien se conocen algunos aspectos muy importantes que puedes consultar aquí, aún hay otros detalles cruciales que se desconocen. Sin embargo, podemos recapitular a modo de resumen los factores más relevantes que ya conocemos:

La aplicación de la ley va a hacerse de forma paulatina

En un principio estaba previsto que en julio de este año comenzara a aplicarse, para que el 1 de julio de 2022 la aplicación fuera total. A causa del COVID 19 no se va a llegar a este primer deadline, pero la perspectiva a largo plazo no ha cambiado.

Las operaciones aéreas se van a clasificar en tres grandes categorías, en función de la peligrosidad de éstas:

Éstas van a ser abierta (operaciones de menor riesgo, los requisitos para operar en esta categoría son reducidos), específica (estas operaciones entrañan un riesgo, por lo que deberemos cumplir más requisitos) y certificada (para grandes drones que entrañan grandes riesgos; los detalles de estos vuelos todavía no se han hecho públicos.

El objetivo es ayudar a integrar el vuelo de drones en nuestra sociedad.

Parece claro desde hace unos años que el objetivo final es el U-Space: un sistema de organización que permita a los drones operar con seguridad en todo tipo de situaciones, integrándose perfectamente con la vida de las ciudades y con el resto del tráfico aéreo. Es utópico, pero está claro que esta regulación va encaminada a tomar nuevos pasos en esta dirección.

Los drones se van a clasificar en clases cerradas dependiendo de sus características y del peligro potencial que pueden suponer.

Y es que no tiene sentido que un dron de 15 kilogramos tenga las mismas limitaciones que un Mavic de peso inferior a un kilo. Esta ordenación clasifica los drones en cinco clases, y dependiendo de la clase, abrirá o cerrará las puertas a su piloto para operar en distintos escenarios operacionales con mayor o menor facilidad.

A continuación veremos cuáles son los requisitos de un dron para formar parte de cada una de estas categorías, y después analizaremos qué supone para nosotros este nuevo marcado de la UE:

C0: los drones con menor riesgo:

  1. -Drones con una MTOW (masa máxima al despegue) inferior a 250g

  2. -Velocidad máxima de 19 m/s (68 km/h)

  3. -Altura máxima de vuelo de 120 metros desde el punto de despegue.

C1: drones con un riesgo bajo:

  1. -Drones con una MTOW inferior a 900g

  2. -Una energía de impacto de máximo 80J

  3. -Equipados con Remote-ID

  4. -Sistema de Geo Awareness

C2: drones con un riesgo medio:

  1. -MTOW inferior a 4 kg

  2. -Modo de baja velocidad

  3. -Remote ID

  4. -Geo Awareness

C3: drones con un riesgo alto:

  1. -MTOW inferior a 25 kg

  2. -Dimensiones inferiores a 3 metros.

  3. -Remote ID

  4. -Geo Awareness

C4: drones de riesgo más alto:

  1. -MTOW infeiror a 25 kg

  2. -Sin Remote ID ni Geo Awareness

Anotaciones:

MTOW: Maximum Take Off Weight, o masa máxima al despegue. Como su nombre indica, es la masa máxima que puede tener un dron al despegar. No es igual que la masa del dron, puesto que la mayoría de drones tienen una MTOW mayor, y no igual, a su masa real.

Julios: para que un dron sea considerado clase C1, además de cumplir con un MTOW menor a 900 gramos, es necesario que la energía de un impacto producido por él en caída no sea superior a 80 julios. Es una manera velada de decir que para que un dron sea clase C1 va a tener que contar con lo que se conoce como dispositivo limitador de la energía de impacto o, en cristiano, un paracaídas.

Velocidad y altura máximas: podrían ser de categoría C0 drones cuya velocidad y altura máximas se puedan limitar de manera electrónica.

Remote ID: un sistema estandarizado que permita a los drones ser identificados en pleno vuelo. DJI ya ha hablado de su sistema de identificación remota drone-to-phone, que creó mucha controversia. La polémica iba encaminada especialmente al hecho de que cualquier persona pueda conocer datos sensibles sobre el vuelo que se está realizando.

Geo Awareness: un sistema que informa al piloto de si está cometiendo una posible violación de la normativa al entrar en una zona en la que no se permita el vuelo. Desde hace años DJI ya cuenta con un sistema similar.

¿Qué supone tener los drones clasificados en categorías?

Por una parte, gracias a la nueva clasificación, la permisividad de las autoridades va a ser diferente en función del peligro que entrañe cada dron. A fin de cuentas, es obvio que un dron de clase C1 no debería tener las mismas restricciones que un dron clase C4. Y aunque nos falta por ver qué se dice respecto a los tipos de espacio aéreo y las clases de aeronaves, ya sabemos que en lo que respecta a sobrevolar aglomeraciones de personas, va a ser perfectamente posible para drones de clase C0 y C1. Para que nos hagamos una idea, algunos drones como el DJI Mavic Mini o el Mavic Air 2 están bastante cerca de este estándar con la tecnología de la que disponemos a día de hoy. ¿Necesitas grabar con una cámara mejor? Tal vez tengas que irte a un rango de peso superior, pero por lo menos como operador vas a tener la posibilidad de adaptar tu equipo a situaciones en las que para volar necesites drones más ligeros o de mejor rendimiento.

¿Qué ocurre con los drones que no tengan clase?

Además de estas cinco clases, hay una sexta clase: drones previos a la normativa y drones de fabricación “casera”. Al no quedar dentro de estos grupos, no podrán realizar muchas de las operaciones reservadas para otros drones. Sin embargo y para tranquilidad de muchos, operaciones de riesgo mínimo, como volar fuera de espacio aéreo y sin sobrevolar agrupaciones de personas, seguirá siendo posible para estos drones. Para ponerlo de otra manera: si a partir de julio de 2022 vuelas un dron más antiguo, vas a seguir pudiendo hacer prácticamente lo mismo que podías hacer antes de la nueva normativa. Si quieres expandir tu horizonte, eso sí, te tocará pasar por caja y adquirir un dron nuevo que la Unión Europea reconozca como más seguro. No es ideal para el bolsillo, pero por lo menos se da la opción de seguir volando a drones más antiguos sin mayor perjuicio.

¿Qué significa esto para los fabricantes?

Las consecuencias son obvias, y es que de ahora en adelante los fabricantes van a tener por narices que ajustarse a unos estándares para encajar sus productos dentro de unas categorías u otras. Probablemente si esta normativa la tomara un país no muy grande de manera aislada, los fabricantes no se pondrían las pilas. Pero el hecho de que sean todos los países miembros de la UE los que van a someterse a esta ley hace que haya un mercado muy grande al que los fabricantes van a tener que adaptarse para poder vender.

¿Es posible que este sea el motivo de que aún no haya noticias sólidas de un hipotético Phantom 5 o Mavic 3? Conjeturar es gratis, así que podemos decir que sí, es posible que DJI esté dilatando en el tiempo la presentación de sus drones insignia para ajustarlos a los nuevos tiempos que vienen.

Lo que podemos pronosticar es que los fabricantes ahora competirán para ofrecer los drones con mejores características dentro de cada clase: el dron con mejor cámara de clase C0, o el de mayor autonomía en clase C1…

Otra gran noticia es que, al encontrarse como requisito dentro de la clase C1 el no tener una energía de impacto superior a 80J, los consumidores probablemente podremos olvidarnos de tener que recurrir a soluciones de terceros para equipar paracaídas (u otros dispositivos para la reducción de energía de impacto): ¿Que DJI quiere vender drones en ese segmento? Tendrán que ofrecer drones que cumplan con unos mínimos comunes para toda la Unión Europea. Punto.

También es cierto que los estándares que se piden en las clases de riesgo bajas son bastante duros: equipar una cámara como la del Mavic 2 Pro en un dron como el Mavic Mini para ser C0 puede ser un desafío, al igual que equipar en un dron de menos de 900 gramos un paracaídas. No obstante, quedan dos años para que entre en vigor la normativa al completo, de manera que hay tiempo para que los ingenieros de las marcas desarrollen buenos productos dentro de cada una de estas categorías.

¿Qué supone para nosotros como consumidores?

Ya hemos visto que sólo necesitaremos renovar nuestros drones si queremos realizar operaciones específicas, como sobrevolar personas. Esto va a ser muy deseable para nosotros, pero no imprescindible si volar drones es tu hobby. En cualquier caso, la conclusión es que si ya tienes un dron y tienes idea de actualizarte, es posible que prefieras esperar a poder tener un dron con alguna de las clasificaciones, puesto que esto te abrirá más puertas en el futuro cercano. 

Aún así, dos años es tiempo suficiente para amortizar un dron como el Mavic Mini o el Mavic Air 2, así que si no tienes un dron todavía y estás pensando en iniciarte, este es un momento tan bueno como cualquier otro.

En general, es un acierto de cara tanto a fabricantes y a consumidores conocer esta información con tanto tiempo, ya que nos va a permitir planificar para adaptarnos a estos requisitos según nuestras necesidades, a falta de conocer el resto de detalles de relevancia de la futura normativa.

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