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Consejos y leyes que debes conocer si vas a comprar un dron como regalo estas navidades
Con una pequeña búsqueda en Google, no deja de ser llamativa la cantidad de resultados que aparecen a la hora de recomendar la compra de un dron como regalo para niños y la escasez de artículos que aporten recomendaciones para operar estos RPAs con seguridad tanto para los menores como para su entorno.
Como cada año desde que se popularizaron, parece que veremos el dron como regalo estrella de estas navidades, y queríamos dar una pequeña ayuda a todos aquellos que estéis pensando en hacer un regalo de este tipo.
Como siempre nos gusta recordar, los drones no son juguetes, son aeronaves. Aunque su auge en los últimos años hace que los estemos viendo hasta en la sopa y se comercialicen con todo tipo de tamaños, colores y formas; siempre cabe recordar que aunque la legislación es algo más laxa para vuelos meramente recreativos, para volar un dron de forma lúdica hay que respetar la Ley 18/2014 de 15 de octubre, de aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia para evitar provocar daños a terceros o recibir multas que pueden ascender a más de 200.000 euros.
Como dicha ley es larga y es normal que no todo el mundo quiera estudiársela para saber cómo poder volar un dron de forma recreativa, sintetizamos aquí los puntos más esenciales que debes conocer y cumplir:
Vuela sólo en espacio aéreo no controlado. Es necesario consultar además los NOTAMS de la zona. Para conocer los distintos tipos de espacio aéreo en los que te encuentras recomendamos consultar previamente el mapa de IcarusRPA. Aunque no es un recurso oficial, es una herramienta bastante útil para una consulta rápida hasta que ENAIRE haga visible al público su propio mapa.
Aunque puede parecer increíble, cada cierto tiempo oímos noticias de aviones que se han estrellado con drones o de drones que por estar donde no debían han provocado eternos retrasos en aeropuertos cercanos, como ocurrió hace unos meses en el aeropuerto de Gatwick. Aunque parecen inofensivos, un dron puede ocasionar muchísimos perjuicios si se vuela en ciertos lugares.
No vueles en un pueblo o ciudad. Edificios, cableados, farolas, árboles, tráfico circulando por debajo de ti y personas a las que le puede caer un dron en la cabeza. ¿Qué podría salir mal en este combinado explosivo? La respuesta es TODO, motivo por el cual volar en zonas urbanizadas está perseguido.
No vueles sobre aglomeraciones de personas. Lo mismo. El dron se empieza a quedar sin batería, o llega una ráfaga de viento que hace que la aeronave pierda sustentación y tú el control, y debajo del dron sólo hay cabezas de personas. Las hélices giran muy rápido y por muy de plástico que puedan ser las de algunos RPAs de juguete, en la pelea hélice de plástico contra ojo de un desconocido tiene todas las de perder el ojo. Tragedia asegurada.
Vuela de día con un tiempo favorable. Así te aseguras de que el dron se mantiene en todo momento perfectamente visible para ti. Y por supuesto, los drones (y menos los de “juguete”) no son resistentes a la lluvia ni a condiciones de cierto viento.
Tampoco puedes volar el dron a más de 120 metros de altura. El espacio aéreo está segregado de forma que haya bastante espacio entre una capa y otra, y en el caso de los drones, éstos bajo ningún concepto pueden subir más allá de los 120 metros respecto al suelo. Algunos drones te permiten monitorizar datos como la velocidad, la altura del vuelo, la distancia a la que se encuentra el dron del punto de partida… Algunos incluso tienen programado detener el ascenso al llegar a esos 120 metros. Si tu dron no tiene estos sistemas, puedes hacerte una idea de la distancia a ojo: si el dron está tan alto que te cuesta encontrarlo, créeme, te estás pasando de los 120 metros.
Si no le das al dron un uso profesional no es necesario contar con seguro de responsabilidad civil pero se recomienda, ya que como piloto eres responsable de todos los daños que pueda provocar tu aeronave. Actualmente hay seguros por menos de 200€ al año que pueden evitarte un disgusto. Si eres profesional ahí no hay más vuelta de hoja: no puedes volar sin seguro.
Si no eres profesional tampoco necesitas la licencia de piloto, pero debes saber manejar la aeronave. En cualquier caso, sacar el dron de la caja y ponerte a los mandos no es la mejor de las ideas. Si conoces a alguien que sepa pilotar y que pueda enseñarte, te aseguras de que en tus primeros vuelos no serás un peligro ni para ti ni para el resto, y de que no estrellarás de primeras tu nuevo juguete.
Por último, si tu dron tiene cámara, asegúrate de no violar la intimidad de nadie en tus grabaciones. Espiar al vecino en su vida privada es rancio y es ilegal. Los telescopios son para mirar las estrellas y los drones para volar.
Y aunque ninguna ley lo dice, no está de más recordarlo: utiliza el sentido común. Cualquier piloto de drones experimentado coincidirá en que los imprevistos, por muy metódico que seas, ocurren. Por eso antes de volar debes asegurarte de que si se desencadenara la serie de imprevistos más inverosímil (ley de Murphy), no se pondría en peligro ni a personas, ni a bienes, ni a otros vuelos.
Si has leído esta serie de normas y quieres seguir adelante con tu compra, ten en cuenta que hay tal variedad de modelos y de rangos de precios que hacer una lista de los mejores drones sin tener en cuenta la infinita variedad de usos que le va a dar cada usuario puede ser inútil, aunque te podemos dar algunos consejos:
Que el dron tenga la batería con mayor duración posible. Cuídala y compra repuestos. Habrás visto que de acuerdo a la ley es imposible bajarse al parque de en frente a volar el dron. En el mejor de los casos tendrás que coger el coche unos minutos para ir a una zona despejada y segura, así que no te movilices para volar doce minutos hasta que la batería se agote y te tengas que volver.
Además, las baterías que usan los drones son de Polímero de Litio (LiPo), extremadamente frágiles e inflamables. Cárgalas siempre bajo tu vista. Si una batería sufre un golpe, vigílala durante unas horas por si se hincha, ya que es susceptible de arder.
Si puedes permitírtelo, usa un dron con GPS y barómetro. Los drones con GPS triangulan las señales de los satélites para conocer su posición, y con el barómetro puede conocer su altura respecto al punto de despegue. De esta forma pueden compensar el desplazamiento al que se ven sometidos por el viento. Seguramente nos vayamos a otro rango de precio, pero puede valer la pena para pilotar un dron con más precisión y seguridad.
Por último, si vas a regalar un dron a un niño, asegúrate de que siempre que lo vuele estará acompañado de un adulto. Ya hemos hablado de los peligros potenciales que encierra esta tecnología, y educar a los jóvenes y concienciarlos del uso responsable de los drones no solo es importante para su seguridad, sino que ayudará a que en un futuro tengamos una generación que haga un uso responsable de estos aparatos y que les sacará el máximo partido.
Esperamos que esta entrada os haya aclarado algunas dudas, y os deseamos a todos una feliz navidad.
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